Una de las imágenes, sin lugar a dudas, del encuentro del Sevilla ante la Real Sociedad. El conjunto blanquirrojo cayó derrotado ante los de Imanol (0-2) en una cita en la que quedó totalmente señalado Marcao, central brasileño que cometió un grosero penalti que acabó por condenar a su equipo a falta de media hora para el final del encuentro. El ex del Galatasaray, pitado por su público tras ser sustituido, se quedó totalmente desolado tras el pito final.
Fue una de las grandes noticias del once. Tras las lesiones de Loic Badé y Tanguy Nianzou, muchos dudaban sobre la presentación de la zaga, dudando alrededor de la posibilidad de que Marcao y Kike Salas, dos centrales zurdos, jugasen juntos. García Pimienta apostó por ellos... y la apuesta salió mal.
A pesar de que Marcao no estaba completando un mal encuentro, el central brasileño cometió un grosero penalti -que necesitó la intervención del VAR- que dejó al Sevilla sin prácticamente opciones en el encuentro.
Tras recibir la tarjeta amarilla, García Pimienta lo entendió rápidamente, solició el cambio y mandó al banquillo a Marcao. El brasileño, que había recibido muchísimo apoyo en las últimas semanas, recibió una tímida pitada del Sánchez-Pizjuán, que no dudó en recriminarle su acción, entendiendo que dejaba al equipo sin opciones en una falta totalmente evitable.
Fue justo cuando el árbitro señaló el final cuando las cámaras captaron a Marcao, sentado, solo, en el banquillo y sin ánimo alguno. El brasileño, recapitulando todo lo vivido, no mostraba lágrima alguna, pero a buen seguro que querría soltar su impotencia de alguna manera.
Finalmente, un ayudante de García Pimienta se acercaba al jugador para animarle, consolarle y pedirle que se marchase al vestuario con sus compañeros, intentando olvidar cuanto antes todo lo ocurrido.
Alguien piensa que este señor no debe jugar un minuto más en el Sevilla!