Saúl Ñíguez y un 'pequeño' calvario durante su lesión: pidió recuperarse en Madrid tras ver a sus compañeros en el pre-derbi
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El jugador confiesa que no ha sabido "gestionar" mentalmente la lesión
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Se muestra optimista de cara a su vuelta a los terrenos de juego
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No ha sido un periodo fácil. Saúl Ñíguez, uno de los capitanes del Sevilla, no tuvo que pasar por quirófano, no tuvo una grave lesión de rodilla, pero sí ha vivido en Nervión su primera molestia de seriedad, se ha perdido varias semanas de competición y, como él mismo ha contado, vivió un 'pequeño' calvario. Tal fue su preocupación, su momento mental, que pidió a los médicos marcharse a Madrid tras ver a sus compañeros entrenar en el pre-derbi: "Mentalmente no estaba bien".
"Me encuentro mucho mejor, cada día coges más ritmo. Llevo seis días con el equipo, disponible para el partido. Si el doctor me lo permite, estaré para lo que diga el míster, pero creo que lo más prudente sería tener algunos minutos, ir volviendo a encontrarme", comenzaba contando el jugador en sala de prensa.
El futbolista, en un tono bastante serio, admitió que no ha sido sencillo, que ha vivido estas semanas "con mucha frustración" y es que, hasta el momento, nunca había tenido una lesión así. "El día que mis compañeros entrenaron en el Sánchez-Pizjuán, pre derbi, lo pasé muy mal, hablé con los doctores para irme a Madrid, porque mentalmente no estaba bien. Después del parón, me sentó bien volver, echaba de menos el día a día con mis compañeros. Me di cuenta que podía aportar en el banquillo o en la grada, quería estar cerca de ellos".
"La sensación fue que algo se había soltado. No sabía lo que sentía, igual tenía una micro rotura, pero sentí que algo había fallado. Me dolía mucho, nunca había tenido esa sensación. Sabía que algo se había soltado, por suerte fue parcial. No lo supe gestionar, era inexperto, no sabía si era largo, si había que operar... mentalmente me costó. Antes salías a entrenar y no valoras el calentamiento, ahora sí, ahora piensas 'al fin estoy aquí'. Igual se te olvida con la rutina, pero ahora me toca disfrutar como un niño", añadía poco después.
El futbolista, si nada raro ocurre, podrá jugar algunos minutos ante Osasuna e incluso, si todo avanza bien, podrá jugar ante el Atlético de Madrid, una fecha que él, en cuanto conoció su lesión, miró rápidamente. "Mentiría si dijese que no, cuando me lesioné, mire que estaba justamente para el partido del Atlético de Madrid. Era una fecha marcada, pero ahora mi preocupación es no volver a recaer".
Saúl, la experiencia de un "equipo joven"
En otro orden, Saúl Ñíguez analizó la actualidad sevillista e insistió, como hiciese algunas semanas, en que el apoyo de la afición será clave esta temporada. "Cuando tengan que apretar, que sean a los más veteranos. Con Isaac lo hemos visto, falla en la primera parte, la afición le aplaude y a la siguiente jugada da una asistencia. El equipo tiene que intentar transmitir algo para que ellos nos den. Isaac, a pesar de no marcar, siempre te da algo y la afición se lo devuelve".
"Hay momentos, como el otro día, que no estábamos cómodos, pero igual con aplausos, con ánimo, la afición puede cambiar el partido. Cuando el ambiente es inestable, al jugador joven le puede costar más. Los que tenemos más experiencia tenemos que acompañarles. Cuando Sevilla y afición va a una, el Sánchez-Pizjuán es terriblemente duro para los rivales".
Finalmente, pidió ir partido a partido, ya que "cuando hemos mirado a la zona alta" se han despistado y "perdido oportunidades". "El tema es vivir el día a día, en un proyecto de construcción, con gente joven, podemos construir un Sevilla alrededor de ellos, alrededor de Juanlu, Carmona, Isaac... gente que sabe lo que es este equipo".