La intrahistoria del penalti de Lucién Agoumé: de la riña con Saúl al alivio tras la parada de Álvaro Fernández
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El '17' del Sevilla parecía pedirle explicaciones a su compañero
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Lucién Agoumé argumentaba que él no había cometido penalti
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Álvaro Fernández sube el debate con un paradón de penalti: hasta Kelechi Iheanacho fue a felicitarle
Apenas pasaron dos minutos desde que Cuadra Fernández, colegiado en la victoria del Sevilla ante el Olot, pitase el penalti de Lucién Agoumé hasta que Álvaro Fernández, guardameta blanquirrojo, lo detuviese, pero posiblemente fueron los segundos más largos del encuentro para el centrocampista francés. En ElDesmarque hemos repasado las imágenes vividas antes del lanzamiento y el ex del Inter pasa de una pequeña riña con Saúl Ñíguez, a sus explicaciones sin ayuda... al alivio tras la parada.
No es nada diferente a lo que podría pasar en cualquier equipo o encuentro, pero no por ello no es llamativo. Lucién Agoumé vivió ante el Olot, aunque no tuvo la misma repercusión que en Butarque, otro de los momentos tierra trágame en el Sevilla.
Cuadra Fernández le señaló penalti en una acción en la que el mediocampista lo había hecho (casi) todo de forma correcta y es que el ex del Inter, al ver llegar al rival, quita el pie, que pisan posteriormente, para no cometer falta. Y aún así, la pitaron.
Tras el pitido del árbitro, llegó la protesta, la queja y una curiosa charla del centrocampista con Saúl Ñíguez. El ex del Atlético de Madrid, aunque no conocemos las palabras exactas, parecía recriminarle la acción al francés, que, a su vez, intentaba explicarle que él no había hecho nada.
Ambos jugadores, entre protestas, iban dialogando continuarmente y el internacional con España acompañaba sus comentarios con los brazos abiertos, como pidiéndole explicaciones a su compañero.
En mitad de la conversación aparece hasta Castrín, que intentaba acabar con la disputa y, a su vez, animar a Lucién Agoumé, que no se podía creer que Saúl no le entiendese.
Lucién Agoumé, aliviado tras el penalti
El pequeño momento de tensión, por suerte para los intereses sevillistas, acabó en nada y es que Álvaro Fernández consiguió detener el penalti con un paradón. Tal era la tensión de Lucién Agoumé que el francés, mientras Saúl y Marcao gritaban de alegría, se marchaba del área con cara de pocos amigos, aún con la tensión en el cuerpo.
A buen seguro, toda esta charla, habrá quedado solucionada en el vestuario del Sevilla, que respira aliviado tras conseguir un triunfo merecido en la Copa del Rey, en parte, gracias a este momento clave.