Papu Gómez sigue apurando sus últimos coletazos de fútbol tras retirarse profesionalmente. Recientemente regresó a Italia para entrenar en Serie C, donde hizo su vida y el grueso de su carrera antes de cerrar su fichaje por el Sevilla FC.
El argentino, campeón del mundo en Qatar, se pasó al pádel, jugando incluso algún torneo semiprofesional para seguir enganchado al 'gusanillo' de la competición. Del mismo modo, ha admitido que se encuentra trabajando psicológicamente para asumir su nueva vida.
Lo ha hecho en una entrevista concedida al portal argentino Clank Media. Y es que, más allá de sus reveses con Perotti, Totti y Vieri, desvela en qué consiste el proceso psicológico. Y es que, prácticamente, se trata de decir adiós a una identidad que ha formado durante más de 20 años, y que le ha llevado a conseguir grandes éxitos en su carrera profesional: "Aceptar que el personaje tal vez está llegando a su fin. Que ahora soy una persona común y corriente. Un padre de escuela, un padre de familia. Tal vez el Papu Gómez esté dejando de existir, o deje de existir. Estamos trabajando en eso, sobre todo el ego, apagarlo un poco". En este sentido, lo resume de una manera muy acertada: "Trata de subsistir con el personaje, con el Papu Gómez, y no con Alejandro. Tratar de equilibrarlo eso", revela.
En este sentido, admite que es una dificultad enorme darse cuenta de que pasas de ser el centro de atención a no importarle a nadie de fuera de tu círculo más cercano: "Obvio. Uno, seguramente desde chico, va transformando sus personajes, su personalidad y su carácter. El ego que tiene el futbolista, que todos te meten en un altar. Hoy en día pasé de ser campeón del mundo a que hoy tal vez no te llame nadie, o desapareciste del medio, o no juegas más. Hay que saber convivir con eso. Ni cuando estás arriba fuiste el mejor, ni ahora eres el peor. Hay que priorizar otras cosas", reflexiona.
Alejandro Papu Gómez tuvo una sanción de 2 años por doping. A raíz de eso comenzó terapia y nos cuenta la diferencia entre él como persona y su personaje.
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— Clank.media (@clank_media) December 9, 2024
Y es que aún era muy joven cuando asomó cabeza en el Arsenal de Sarandí. En 2009, San Lorenzo de Almagro cerró su incorporación para dar el salto, en apenas año y medio después, fichar por el Catania. Tras tres temporadas, el Metalist de Ucrania, que entonces era asiduo en competiciones europeas, cerró el traspaso desde el Catania en 2013. Tan solo un año después, en 2014, la Atalanta le fichó... y el resto es historia.
En el cuadro italiano se convirtió en leyenda hasta que un rifirrafe en el vestuario acelerase su salida seis años y medio después, hacia el Sevilla FC, habiendo pulverizado casi todos los registros del cuadro italiano. Sin embargo, en el Ramón Sánchez-Pizjuán nunca fue capaz de mostrar su mejor versión. Tras desvincularse del Sevilla apenas dos años y medio después, firmó por el Monza. Estando allí se conoció su sanción de dos años por dopaje, poniendo fin de manera definitiva a su carrera a los 36 años.