Uno por uno del Sevilla ante el Valencia: muchos suspensos en uno de los peores partidos que se recuerdan por Nervión

El Sevilla FC ha comenzado el año 2025 en LALIGA EA Sports con un paupérrimo empate en el Sánchez-Pizjuán. Un gol de Adriá Pedrosa en el descuento ha salvado al equipo de García Pimienta en el partido ante el Valencia con el que se ha abierto el año liguero y se ha cerrado la primera vuelta en Nervión.

En ElDesmarque ponemos nota a los jugadores sevillistas.

Nyland (4): Sin ser un mal portero, es el ejemplo de la decadencia de un equipo que ha contado en los últimos tiempos con magníficos guardametas. El Valencia apenas le tiró, pero en el disparo del gol fue transparente. Tampoco estuvo fino en los desplazamientos en largo.

Carmona (2): Fallo gravísimo de concepto en la jugada del 0-1, dejando metros para correr a Rioja a su espalda, pocos minutos después estuvo a punto de regalarle el segundo. Desde que renovó, su nivel ha ido bajando paulatinamente, firmando este sábado su peor partido de la temporada.

Badé (5): Salvo algún fallo puntual, de los pocos que se salvan. Casi se come a Carmona por entorpecerle en la jugada definitiva.

Gudelj (4): Superado con mucha facilidad por Rioja en el 0-1, dándole espacio por su perfil bueno. Sigue siendo mejor centrocampista que central

Kike Salas (4): García Pimienta le sigue condenando a jugar en el lateral izquierdo, además sin apoyo defensivo por delante, y en los primeros minutos sufrió muchísimo con Luis Rioja. Los poquísimos minutos que jugó como algo parecido a un central demostró que ese es su puesto.

Agoumé (5): No fue el peor de un centro del campo lamentable. Al menos no se equivocó gravemente, si es que eso es una virtud, y tuvo algo de criterio con el balón. Yo habría cambiado a otro antes que a él.

Sambi Lokonga (3): No aporta calidad, no aporta físico, no aporta circulación, ni como pivote ni como interior. Cada jornada juega peor.

Sow (4): Regresó al once, para jugar más avanzado de lo que es habitual en él, restándole opciones en una de sus mejores características que es la llegada desde atrás. Como resultado, otro partido anodino más del suizo.

Saúl Ñíguez (3): Su estado físico es bastante pobre, totalmente falto de chispa, y encima acabó jugando algunos minutos como carrilero. No es que esté lejos de su mejor nivel en el Atlético, es que lo está del de principio de temporada, que tampoco es que fuera una maravilla. Culminada la primera vuelta no ha aportado casi nada. ¿Hay que quedárselo?

Lukebakio (5): Sus dos primeros partidos de 2025 no tienen nada que ver con los del final de 2024, pero aún así sigue otorgando casi todos los destellos de calidad del equipo y siempre está cerca de marcar.

Isaac Romero (5): Durante casi todo el partido fue, junto a Lukebakio, el único sevillista que pareció capaz de hacer algo. Sigue sin marcar en el Sánchez-Pizjuán, donde rompe una racha de tres partidos seguidos anotando.

Suplentes

Juanlu (5): No solo se le ve más cómodo en el lateral, sino que parece que todo el equipo juega más tranquilo con él allí. Viendo el nivel de Carmona, que Montiel parece que se va a marchar y que Jesús Navas ya no está, quizás debería olvidar García Pimienta ese invento de colocarlo como interior.

Rubén Vargas (6): Dijo cositas, tanto jugando en la banda como por detrás del delantero. Estuvo a punto de marcar un golazo, estrellándose con el palo. Quizás la mejor noticia del día.

Pedrosa (6): El Sevilla necesita un lateral zurdo en el mercado de manera imperiosa, pero… ¿Tan mal está como para no jugar de inicio? Marcó un gol, en colaboración con Mamardashvili, que evitó un incendio en el Sánchez-Pizjuán en uno de los peores partidos que se recuerdan en Nervión.

Idumbo Muzambo (5): Jugador más bonito que bueno. Le falta un punto, o dos, de maduración.

Peque (s.c.): Creo que la ha tocado una vez y la ha perdido.

Entrenador

Xavier García Pimienta (4): La figura que queda más tocada en el partido, y habría sido peor de acabar en derrota como parecía. Salió con una idea extraña, la tocó para empeorarla aún más y tardó 65 minutos en hacer el primer cambio en un partido dantesco de los suyos. Se le agradecía que actuara con sensatez, con el mínimo criterio de colocar a cada jugador en su sitio, pero con el nuevo año parece haberla perdido.