Los malos resultados, el retraso de parte del pago del traspaso de Barral, la imposibilidad de declarar días de club o los pagos comprometidos por el proceso concursal son algunos de los motivos que explican las cuentas deficitarias del Sporting. Además, en este sentido, el club gijonés tuvo que lidiar en el ejercicio pasado con el notable recorte del patrocinio institucional, así como la incorporación de Sandoval y los fichajes de invierno.
Asimismo, el Consejo apostó en el verano de 2012 por mantener prácticamente la misma plantilla que descendió a Segunda División, con un resultado nefasto tanto en lo deportivo como en lo económico. Por ello, el presupuesto de 18 millones fijado para la temporada 2012-13 sufrió un desajuste importante, rebasando con creces la cifra de los 20 millones.