El presidente lamentó el criterio de determinados accionistas que mostraron sus dudas en relación con la gestión del consejo de administración del Sporting, sobre todo en la figura de Alfredo García Amado. "El Sporting no es ninguna ruina. Las cosas hay que decirlas con criterio", afirmó Veiga al considerar que algunas intervenciones del sector crítico no se ajustaban a la verdad. "Si Alfredo manda tanto, el Consejo no lo está haciendo bien", apuntó para apostillar que el director general tan solo "ejecuta las decisiones del Consejo".
En esa línea, en su turno de réplica a las intervenciones de los accionistas, el presidente rechazó las críticas que cayeron sobre la Asociación de Veteranos, que colabora activamente con el Sporting. "Los veteranos son tan críticos como ustedes. Son una institución, hay que respetarles", subrayó.
Asimismo, al término de la Junta, Antonio Veiga valoró como "una gran satisfacción" la participación de "tanta gente", considerando "muy interesante que la gente se preocupe y nosotros podamos aclarar las circunstancias". En todo caso, el presidente reiteró su desacuerdo en "la forma de expresar las cosas en algunos momentos" por parte de los intervinientes, quienes a su juicio pudieron caer en "una cierta inquina". Por último, reconoció los problemas del Sporting en "conectar tanto con la prensa como con la sociedad en general", por lo que señaló su deseo de "cambiar la situación social del club" durante su mandato.