Taconazos, recortes, asistencias, gol. Dejan Lekic jugó quizá su mejor partido desde que está en el Sporting, con el que ya ha hecho 12 goles a pesar de su tardía incorporación y su suplencia en varios partidos. Para el serbio la clave de la victoria residió en el “ritmo muy bueno” que impusieron los rojiblancos desde el principio, lo que contrarrestó el “juego tranquilo de un rival relajado” que ya no se jugaba nada.
Lekic reconoció su alegría por el gol y la victoria, pero advirtió que “hay que olvidar esto cuanto antes y preparase para el partido de Las Palmas”. Respecto al rival aseguró que no tenía preferencias porque “cualquier equipo es difícil”. En todo caso recordó el último encuentro frente al conjunto amarillo, haciendo de paso un propósito de enmienda. “Lo que no quiero es repetir las dos ocasiones muy claras que fallé. Hay que cambiar el chip para ganar este partido”.