El Sporting afrontará otro intento de subir a Primera División, esta vez con un presupuesto más apretado que condicionará la calidad de la plantilla. La entidad gijonesa maneja un capítulo de gastos que no superará en ningún caso los 10 millones de euros. En este primer balance no se incluyen los posibles traspasos que puedan darse a lo largo del verano, aunque tampoco se espera recibir una importante inyección de dinero en este sentido.
Estas cuentas, las más austeras desde 2007, responden al descenso de ingresos por derechos de televisión y a la desaparición de la ayuda que el club gijonés ha tenido de la Liga por el descenso a Segunda en estos dos últimos años. Así, García Amado prevé un gasto de entre 3 y 4 millones en los salarios de la próxima plantiila, lo que puede suponer casi una reducción del 50% respecto a los 6 millones que costó el equipo que quedó eliminado ante Las Palmas en la promoción de ascenso.