El portero del Sporting celebró el error de Alfaro cuando, con 0-0 en el marcador, este se quedó solo ante él, le recortó y algo forzado envío su disparo al lateral de la red. Cuéllar se levantó como un resorte y dijo "vamos" a escasos centímetros de la cara del jugador rival.
Su reacción fue sancionada con una tarjeta amarilla por el árbitro Medié Jiménez, que recogió la acción en el acta del partido. "El jugador (1) Iván Cuéllar Sacristán fue amonestado por el siguiente motivo: Encararse con un adversario, sin llegar al insulto ni a la amenaza, sin estar el balón en juego".
Al término del encuentro Iván Cuéllar restó importancia al hecho. "Le ganó la acción y me vengo un poco arriba a nivel psicológico, intentado sacarle un poco del partido pero realmente no le digo nada. Solo digo ¡vamos!, animándome a mi mismo, y el árbitro cree que le estoy diciendo algo. Luego lo he hablado con él y me ha dicho que no podía gesticular de esa forma. Realmente no he hecho nada.
En este sentido, el del domingo no ha sido el primer capítulo especial con la firma de Cuéllar. La temporada pasada cometió un par de frivolidades con el balón en los pies y este mismo curso se dirigió a Felipe Sanchón cuando este se disponía a batirle desde el punto de penalti. El jugador del Girona envío directamente fuera el lanzamiento desde los 11 metros, y acto seguido tuvo que encajar una mirada con gesto sonriente del portero rojiblanco.
En cuanto al empate frente al Valladolid, Cuéllar hizo un "balance positivo después de como se desarrolló", aunque lamentó que tras el 1-1 ya no hubiese tiempo para "un par de minutos más porque veía que el partido se quedaba en casa".