El Sporting de Gijón cambió su suerte con los errores arbitrales, al menos en el partido de este domingo en el que no fue perjudicado, Para los locales, incluso, fue beneficiado por perdonarle dos penaltis dentro de su área y la expulsión de Masó.
La primera acción se produjo en el minuto 14, cuando Álex Menéndez evitó con sus manos el impacto del balón en su cara. La mano existe y es clara, aunque el colegiado interpretó que no modificó la trayectoria que llevaba el balón.
Ya en la segunda parte Querol se fue al suelo dentro del área sportinguista, en una pugna por el balón con Cuéllar, Las imágenes no muestran con claridad si el portero llega tarde y derriba al delantero local.
Ya en los últimos minutos, Munuera Montero expulsó a Masó por una patada peligrosa a la altura de la rodilla de Hugo Fraile. Además, la afición local se desesperó en repetidas ocasiones ante la permisividad que ofreció el colegiado.