El gran cariño que se tienen las aficiones de Betis y Sporting entre sí va camino de convertirse en una religión. Este pasado domingo, El Villamarín fue El Molinón y El Molinón fue el Benito Villamarín.
Como si de Sevilla se tratara, la noche en Gijón tuvo color verdiblanco y los seguidores sportinguistas dedicaron cánticos al Real Betis en la celebración después de que el equipo lograra la permanencia.
Una permanencia, en parte, gracias a la victoria del Betis sobre el Getafe (2-1). El Sporting necesitaba esa ayuda procedente desde Sevilla, además de su triunfo ante el Villarreal.
Los de Abelardo hicieron sus deberes y esperaron la ayuda bética. La tuvieron y el sueño de continuar en Primera fue posible. Es por eso que en la fiesta posterior a la consecución de la permanencia, los cánticos apoyando al Betis protagonizaron gran parte de la noche en Gijón.