El Molinón pierde su fuerza

Era un día importante para el Sporting de Gijón, partido con aroma de final en el coliseo rojiblanco, pero pronto se puso cuesta arriba. En el minuto 22 el resultado ya era de 1-3, lo que lógicamente enfrió los ánimos de una afición que venía esperanzada en busca de los tres puntos.

Durante la primera mitad la afición centró gran parte de sus iras en el arbitraje, con ese penalti señalado en el comienzo del encuentro. Cuando el resultado ya era de 1-3, el ambiente se enfrió más si cabe y se escucharon cánticos en contra del Consejo, pidiendo la dimisión de la Directiva.
Ni con el segundo gol se consiguió activar a una afición a la que el equipo no da argumentos para que se meta en los partidos. Ante un Sporting sin empuje en busca de la victoria, El Molinón acabó de enchufarse en la que fue una de las entradas más bajas de la temporada, superando por muy poco los 20.000 espectadores.
Un Molinón que presentó un ambiente tan frío como el día, y que parece desmotivado ante la situación deportiva y ya no tiene fuerzas ni para protestar ni pitar al equipo. Con el final del partido y una nueva derrota, indiferencia y cánticos pidiendo la dimisión de Abelardo. Este Sporting agota a cualquiera, incluso a El Molinón.