Así fueron las últimas horas de Abelardo

El domingo era un partido clave ante el Éibar y solo valía la victoria. Una victoria que no llegó y una imagen que no mejoró con respecto a los anteriores partidos del Sporting, en los que el balance era de cinco puntos de 42, cifra que se incrementó el pasado domingo. Esa derrota fue la última muesca de Abelardo al frente del equipo.

Al término del partido contra el Éibar, Abelardo decía en sala de prensa sentirse "confiado" y "con fuerza" y mostraba un ánimo más elevado que el día de la derrota ante el Villarreal, donde el abatimiento era mucho más visible. El Consejo se expresó en la misma línea que el técnico. Casi dos horas después de las palabras de Abelardo, abandonaban el estadio y Fernando Losada respaldaba al técnico rojiblanco, como portavoz: "Seguimos confiando en El Pitu".
Con este panorama finalizado el domingo, todos los ojos se centraban desde bien temprano en la Escuela de Fútbol de Mareo, donde el equipo volvía al trabajo a primera hora de la mañana. Fue un día extraño y largo. La sesión, prevista para las 10:30 como es habitual, se retrasó hasta pasado el mediodía, ya que el equipo y el cuerpo técnico se encontraban reunidos con Richi Serrés. Cuando la plantilla saltó al campo de entrenamiento, Abelardo no dirigió la sesión y solo se dejó ver para abandonar las instalaciones algo más tarde de lo habitual.
La tarde del lunes no sucedió nada. La calma que precede a la tormenta. Este martes se desencadenaron los acontecimientos. Por la mañana, Abelardo le comunicó al presidente, su principal valedor, que no podía más. Javier Fernández le emplazó a verse por la tarde, pero ya reunidos, el Pitu se reafirmó en su decisión. En una céntrica calle gijonesa, lejos de los focos de Mareo, se sellaba la salida de Abelardo del Sporting. A última hora de la tarde se hizo oficial. El Pitu dejaba el club rojiblanco. En el recuerdo quedan un valioso ascenso y una aun más valiosa permanencia. Esta temporada, la marcha deportiva del equipo acababa con las fuerzas de Abelardo, que puso punto y final así a su aventura en el Sporting.