El entrenador del Granada CF, Lucas Alcaraz, analizó este viernes el partido que enfrentará al equipo nazarí y al Sporting el próximo domingo en El Molinón. Un duelo que se antoja una 'final' para ambos equipos, rivales directos por la permanencia en Primera división y que, precisamente por la condición de estar en la cuerda floja, temen a sus respectivos 'enemigos' todavía más.
Alcaraz reconoció en rueda de prensa que, "sea más o menos final", será un encuentro "muy importante" y "muy determinante para lo que pueda pasar en el futuro. Cuando los partidos son determinantes no hay consideración de si se juega fuera o en casa, sólo que hay que ganar", añadió el técnico, quien dijo ser consciente de que como visitante el Granada no ha sido capaz aún "ni de cuajar un partido ni de ganar".
El entrenador nazarí manifestó tener claro que la situación del equipo "se pone muy cuesta arriba si no se gana", por lo que tienen que pensar en "cómo encarar el partido y qué hay que hacer para ganar". "Tenemos que jugar con el grado de activación al límite pero con la cabeza fría para controlar las vicisitudes que surjan en el partido", sentenció el preparador, para quien este tipo de choques "son buenas ocasiones para demostrar de qué tipo de pasta está hecho cada uno".
Alcaraz espera en El Molinón un choque entre dos equipos que "van a buscar la victoria desde el minuto uno" ya que "por el contexto en que se desarrolla el partido los dos tienen que ganar. Cuando nos dedicamos a intentar ganar, confiamos en las cosas que hacemos y salimos enchufados, el equipo ha ganado partidos que sabía que tenía que ganar sí o sí", agregó un Alcaraz que cree que para salvarse hará falta llegar "a 36 o 37 puntos" y que para alcanzar esa cifra tienen que "ganar algún partido fuera".
El técnico se mostró "no muy optimista" sobre las posibilidades de que el delantero colombiano Adrián Ramos se recupere de su lesión muscular y pueda jugar el domingo, aunque aclaró que "los que salgan a jugar ese partido van a ser los mejores".