Por fin. El Sporting ha vuelto a ganar en El Molinón. No lo hacía desde el pasado 4 de diciembre, cuando se impuso a Osasuna por tres goles a uno. Curiosamente el mismo resultado con el que los de Rubi han superado al Granada este domingo.
Un rival directo, un ambiente inmejorable, la última bala por la permanencia. El Sporting cumplió y aprovechó todos los factores que apuntaban a su victoria sobre el Granada. Y eso que tuvo que darle la vuelta al gol de los visitantes, lo que consiguió en siete minutos de éxtasis para todos. Para los seguidores, para los jugadores y el cuerpo técnico, que de una vez por todas consiguió su primera victoria en el municipal gijonés.
Un deber que no podía tener más demora y que supone una inyección de confianza para lo que queda. El Sporting se jugará sus opciones por la permanencia, sobre todo, en su feudo, donde recibirá al Málaga, Real Madrid, Espanyol, Las Palmas y Betis. El conjunto gijonés necesita un milagro y para ello ha vuelto a reconciliarse con El Molinón.