El Sporting vuelve a creer en los milagros
El Sporting ha conseguido tres puntos claves para mantenerse con opciones en la lucha por la permanencia. Los rojiblancos le dieron la vuelta al gol de Ingason en siete minutos, con los tantos de Traoré, Babin y Carmona. El primero de ellos, incluso, pudo hacer más abultada la victoria si Ochoa no le hubiese detenido un penalti.
Con Víctor en el centro, por la baja de Moi, y Carlos Castro en la delantera, manteniendo el esquema habitual de Rubi. Esta fue la apuesta del Sporting, que comenzó tímido cediendo el balón a su rival. En los primeros minutos el colegiado anuló un gol al Granada por falta clara de Ingason, que se apoyó sobre Vesga para rematar.
Poco a poco, pasado el primer cuarto de hora, el Sporting fue mejorando su juego o al menos multiplicando su presencia en el campo rival. La primera la tuvo Burgui tras una apertura de Castro, que terminó con la primera parada de Ochoa. Inmediatamente después el portero mexicano se lució parando un cabezazo de Babin. El central tuvo otro remate claro que no ejecutó con convicción.
Estos eran los mejores momentos del Sporting, que pudo adelantarse en el marcador, cuando Víctor se quedó sólo ante Ochoa, quien volvió a evitar el gol. Burgui y Carmona también probaron a Ochoa, el mejor de su equipo en la primera parte. Ya en los minutos finales el conjunto rojiblanco tuvo otra ocasión clara a través de Víctor, cuyo disparo impactó en el palo. Estaban bien los de Rubi, que merecían el gol, aunque en un descuido estuvo a punto de encajarlo. Boga no se creyó la opción y El Molinón respiró aliviado.
En la reanudación, sin cambios, el Sporting volvió a salir frío. Tanto que se quedó congelado en el minuto 50 con el gol de Ingason tras un centro desde la izquierda. A Vesga se le escapó el marcaje y Mariño no pudo hacer nada. Un mazazo que parecía irreversible hasta que Vesga dejó solos a Burgui y Traoré ante Ochoa. El primero de ellos le regaló el gol al marfileño, que había sido el primer cambio y esta vez no falló. Se vino arriba El Molinón y también el equipo, que en siete minutos le dio la vuelta al partido. Primer Sergio la puso al área para que Babin hiciera el segundo en el minuto 63 y, prácticamente acto seguido, Traoré se la puso a Castro, que condujo la contra para asistir a Carmona, que a placer hizo el 3-1 en el 66'.
Para poco más ya dio el partido. Para que El Molinón volviese a disfrutar, y a pesar de que se quedó con las ganas de celebrar el cuarto. No estuvo fino Traoré al ejecutar un penalti sobre Burgui, lo evitó Ochoa. Pero casi que dio igual. El Sporting ya tenía el objetivo en el bolsillo y, sobre todo, los ánimos renovados para luchar por una permanencia que sigue muy cara, pero ya no tan imposible.
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