Le llamaban Koeman

Cada persona, una historia. Álex Bergantiños, jugador del Real Sporting de Gijón, se ha convertido en uno de los grandes nombres del equipo. Tras su llegada en verano, su inicio provocó numerosas críticas del aficionado y pocas semanas después, tras un gran encuentro ante el Sevilla Atlético, se ha ganado un puesto en el once de Paco Herrera. Sin embargo, antes de esta 'mini' historia en Gijón, el jugador guarda numerosas anécdotas que él mismo descubre. 

En una entrevista concedida para COPE Asturias, el centrocampista descubre que, en su niñez, le llamaban Koeman. "Sí, me llamaban así -sonríe-. En la época de Koeman en el Barça, yo era pequeño y muy rubio, jugaba con el dorsal número cuatro y, encima, de central. Todos me llamaban así". Sus raíces, como él descubre, están en el eje defensivo. "Hasta que llegué al filial, siempre fui central. Por altura y físico me pasaron a mediocentro. El año pasado jugué ahí, pero mi físico es diferente al que debe tener un central, o al menos eso creo". 
Sin embargo, antes de llegar al filial, pasó por un duro trámite que jamás olvidará. "Me rompí la tibia de la manera más tonta posible con 15 años. Me empujaron, pisé el balón y la tibia se me fracturó. Estuve 8 meses sin poder hacer nada, no tenía recursos, fue duro, estuve casi dos años sin jugar y después tuve la suerte que el Dépor se fijase en mí en juveniles. Pensé que alomejor no me recuperaba, cinco meses con escayola, nunca pensé que llegaría al máximo nivel. Siempre tengo que llevar plantillas, adaptar mis botas, pero gracias a Dios he podido jugar muchos años a este nivel. Tuve una gorda pero no he tenido muchas más".