El triunfo del Sporting de Gijón ante el Extremadura en El Molinón refrenda el idilio de Rubén Baraja al abrigo de la afición rojiblanca. El entrenador vallisoletano da continuidad a sus excelentes números dirigiendo desde el banquillo del municipal gijonés.
Desde su estreno como técnico de los asturianos, el 'Pipo' se ha sentado en la banda de El Molinón en 15 encuentros. No conoce la igualada y únicamente ha salido derrotado en dos ocasiones. Ha logrado sumar el 86,6 por ciento de los puntos puestos en juego. Una estadística demoledora.
No es Pedro, es Rubén, pero la expresión popular le viene como anillo al dedo. El conjunto rojiblanco se desenvuelve con absoluta comodidad en su entorno más cercano. En liga regular 13 victorias en 14 duelos. Un único lunar, el play off.
La fortaleza como local favoreció la remontada del pasado curso y sirve como base para el crecimiento en la nueva temporada. El caprichoso sorteo del calendario emparejó a los rojiblancos con rivales, sobre el papel, propicios para comenzar sumando. Sin concesiones al error, los pupilos de Baraja cumplieron los pronósticos y elevan la cuenta positiva del técnico.
Cierto es que las dos únicas derrotas como local del 'Pipo' llegaron en el peor momento. En la penúltima jornada de la pasada liga regular, ante un filial blaugrana dando sus últimos coletazos en la categoría. Derrota a la postre definitiva para perder el paso en la lucha por el ascenso directo. La segunda frente al Real Valladolid en las eliminatorias por dar el salto de categoría.
Pensar en igualar o superar el récord de 10 victorias consecutivas del pasado curso es, hoy por hoy, una quimera. Sin embargo, el empuje de El Molinón sigue siendo un factor determinante para los rojiblancos. Mientras tanto, Rubén Baraja podrá continuar paseándose por el Molinón, como Pedro por su casa.