Tras la finalización del entrenamiento matinal, la plantilla del Sporting de Gijón se dirigió a los vestuarios para poner fin a una dura mañana de trabajo. Antes de comenzar la comida, Javi Fuego atendió a un emotivo compromiso. El poleso recibió una visita especial en las instalaciones rojiblancas. Gabriel, un joven valenciano que comparte una bonita historia con el centrocampista del Sporting, visitó esta mañana la Escuela de Fútbol de Mareo.
Desde el comienzo del entrenamiento, Gabriel, acompañado de su familia, se acercaba a la zona del campo en la que se ejercitaba el jugador de Pola de Siero. Y es que los caminos del valenciano y Javi Fuego se unieron hace años. Durante una estancia hospitalaria del pequeño, recibió la visita del, por aquel entonces, jugador del Levante UD. Aquella visita en el hospital La Fe, de Valencia, quedó marcada en el recuerdo de los familiares del pequeño. También en la memoria del jugador del Sporting.
📸 Javi Fuego recibió una visita muy especial
➡️ Juan Pablo y su familia han venido desde Valencia para ver a Javi
➡️ Una visita al hospital La Fe de Valencia unió los caminos de la familia y el futbolista
👏 Gracias por vuestra visita 👏 pic.twitter.com/kbYJzKL1sn
— Real Sporting (@RealSporting) August 5, 2019
La familia de Gabriel han aprovechado las vacaciones veraniegas para desplazarse a Gijón y visitar a Javi Fuego en su nueva casa. Como detalle, el jugador poleso ha obsequiado a su pequeño amigo con una camiseta firmada por todos los jugadores de la primera plantilla del Sporting. Un detalle que Juan Pablo, hermano pequeño de Gabriel, no olvidará.
Javi Fuego formó parte, antes de encontrarse con Juan Pablo, de la primera sesión junto a sus compañeros. El poleso, que el viernes no terminaba la sesión, participó en el amistoso del sábado en Luanco, disputando la segunda parte completa. Incluso, consiguió el gol del empate rojiblanco ante el Marino. La ausencia del centrocampista en la última parte de la sesión del viernes viene motivado por el conocimiento que posee sobre su propio cuerpo. El jugador conoce sus limitaciones y, antes de excederse, prefiere parar. Javi Fuego ha aprendido a dosificarse.