El Sporting de Gijón lograba el domingo dejar por primera vez, en lo que va de temporada, la portería a cero tras tres jornadas disputadas, un requisito vital para ascender. Los de José Alberto habían encajado un gol en la primera jornada ante el Girona y otro tanto más ante el Rayo en la segunda jornada. Esta vez consiguieron evitar que el Albacete batiese la meta que defendía Mariño.
La dificultad que La Liga Smartbank exige a los equipos es máxima, los candidatos a pelear por el ansiado ascenso son conscientes de lo compleja que resulta esta empresa. Para poder aspirar a estar en lo más alto se antoja un requisito fundamental convertirse en un conjunto efectivo arriba pero, al mismo tiempo, férreo abajo.
La temporada pasada los rojiblancos dejaron en 17 ocasiones la portería imbatida, cifra que este año José Alberto espera mejorar para convertir a los suyos en uno de los equipos más rocosos en defensa de la categoría. Hasta el momento ha confiado en Babin y Borja López como centrales, así como Molinero y Damián como laterales.
Hasta el momento el Sporting ha generado dudas en ataque, la falta de gol ha sido un problema en este inicio de campeonato, el equipo crea ocasiones pero no las materializa. Por ello se vuelve más importante y fundamental ser fiable en defensa, encajar poco y que el nivel defensivo ofrezca unas altas prestaciones. Pero esta labor no corresponde únicamente a línea defensiva, es preciso un compromiso por parte de todo el bloque, desde la ayuda que brinda la línea de centrocampistas hasta el trabajo de presión que pueden llevar a cabo los atacantes.
Un trabajo duro que el cuerpo técnico debe seguir trabajando y mejorando durante todo el año si quiere ser un candidato real a pelear por el ascenso y verse en la parte más alta de la clasificación. El objetivo pasa por ser un equipo comprometido en defensa, requisito obligatorio para ascender.