El Sporting de Gijón y, sobre todo, José Alberto López se juegan mucho más que tres puntos en el derbi de LaLiga SmartBank este domingo en el Carlos Tartiere. Más allá de los tres puntos y lo sentimental, el entrenador rojiblanco no puede permitir que su equipo vuelva a ofrecer una imagen decepcionante. El cuerpo técnico trabaja contra las casualidades del derbi asturiano.
El domingo cumplirá 365 días desde su promoción al primer equipo, precisamente, después de la destitución de Rubén Baraja tras la derrota en el último derbi disputado en el Carlos Tartiere. Casualidades que José Alberto debe sortear y superar.
Sin embargo, el técnico asturiano vuelve a ver cuestionada su continuidad al frente del conjunto gijonés. Desde dentro, en Mareo, se mantiene la postura de hace apenas tres semanas, cuando el Sporting afrontó otro partido trascendental en su visita a Elche. Así, los planes no pasan por la destitución del entrenador, aunque el desenlace y las formas del derbi pueden desatar un cambio de criterio. No es un partido cualquiera, también influye el aspecto emocional.
Además, la figura de José Alberto está más debilitada que hace un mes. La repetición del mismo capítulo, el de los días previos a la visita al Martínez Valero, resta la confianza en torno a la reacción del equipo y la capacidad desde el banquillo. Este Sporting no es capaz de encontrar la regularidad, remonta el vuelo para de nuevo volver a caer.
Por todo ello, la ilusión pasa por encontrar el punto de inflexión definitivo en el Carlos Tartiere. De lo contrario, a día de hoy, no se quieren tomar medidas contundentes, aunque las sensaciones tras el derbi bien pueden modificar cualquier tipo de previsión. José Alberto cumplirá un año como entrenador rojiblanco el próximo domingo en el Carlos Tartiere, donde el curso pasado cayó Rubén Baraja. El primer aniversario de unos cuantos, que no el último, espera el cuerpo técnico.