En un partido con pocas ocasiones de gol, Babin se sacó de la chistera un gran disparo en la primera parte que acabó en el larguero de la portería de la Ponferradina. Fue el primer susto de verdad del Sporting a su rival, porque después llegó el gol de Djurdjevic.
Una acción, la de Babin, digna de convertirse en la Jugada Merkur del Sporting-Ponferradina.