Pese a que haya sido el único de los fichajes que ha realizado el club en invierno, lo de Murilo ha sido llegar y besar el santo. En poco más de dos semanas, el futbolista brasileño se ha ganado el cariño de la Mareona y ya responde a base de fútbol y goles. A la espera de convertirse en un activo importante para Djukic, el exjugador del Sporting de Braga también reconoce el buen grupo que se ha encontrado en Gijón.
El nuevo ídolo de la afición llegó a Mareo este invierno, pero el interés de Miguel Torrecilla, directo deportivo de la entidad, ya se reflejó en el pasado. Por aquel entonces, la necesidad deportiva de Nacional de ascender priorizó su decisión de permanecer en Portugal. Después pasaría por el Sporting de Braga hasta ahora, a la espera de inaugurar su casillero en El Molinón.
Y es que más allá de sus virtudes con el balón, Murilo goza del apoyo de un exjugador de reconocimiento en LaLiga Santander. También brasileño, sólo algunos se acordaran de Giovanella, con una amplia trayectoria en el Celta de Vigo.
Rubio y de estilo 'poco brasileño', sus virtudes siempre estuvieron más relacionadas con la garra que con su relación con la pelota. Su trayectoria estuvo marcada por varias anécdotas: fue sancionado por dopaje, protagonista en el lance que lesionó de gravedad a Manuel Pablo e incluso juró la constitución española en el 1999.
Giovanella y Murilo coincidieron en el Club Esportivo Lajeadense en 2016, mientras el exfutbolista ocupaba el puesto de vicepresidente. Ahí, aunque con 21 años, ya reconoció algunas de las cualidades de este jugador -que vivía un importante proceso de gestación todavía en Brasil- y así se lo hizo saber a Torrecilla con vistas a un mercado de fichajes.
"Sé que Murilo triunfará, por eso se lo recomendé a Miguel Torrecilla. Hace cuatro años se le veían cualidades para tener éxito en Europa", subrayó en declaraciones recogidas por La Nueva España.
Palabra de Giovanella, honesto como futbolista. Tras dejar grandes años en Vigo y después de cumplir su sanción, el ahora exjugador volvió al fútbol para retirarse en las categorías inferiores del fútbol español, siempre en Galicia: se retiró en el Coruxo gallego en 2008.