La tarea que tiene por delante Javi Rico como nuevo director deportivo del Sporting de Gijón se presenta ardua y complicada. El otrora canterano rojiblanco ha de sentar las bases de un nuevo proyecto que llevará Mareo por bandera, pero cuyo objetivo más importante pasa por devolver equipo al lugar en el que se merece: LaLiga Santander. Precisamente, este domingo 7 de junio se cumplen cinco años del último ascenso a la máxima categoría, el mejor espejo en el que puede mirarse el conjunto gijonés para el reto que tiene por delante en las 11 jornadas que restan para el final de temporada.
🗓 7 de junio
🎥 Tal día como hoy, hace cinco años, vivimos un ascenso histórico. ¿Recordáis dónde estabais aquella jornada y con quién lo celebrasteis?
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— Real Sporting 👉 #VolverEsGanar 💪 (@RealSporting) June 7, 2020
Regresar a Primera División. Ese es el único objetivo del Sporting para este tramo final de curso. Son cinco los puntos que separan a los rojiblancos de los puestos de play off y, por si acaso, Javi Rico y su equipo de trabajo trabajan en ambos frentes. Concretamente, este domingo se cumple un lustro de la última vez que el Sporting subió a la categoría reina, un logro reciente que ha de volver a repetir cuanto antes para brindarle una nueva alegría a su afición.
Fue el 7 de junio y se disputaba la última jornada de LaLiga en Segunda cuando el equipo rojiblanco, entonces dirigido por Abelardo Fernández, se medía en el Benito Villamarín al Real Betis con la necesidad de obtener un triunfo y esperar que el Girona FC no ganase su partido ante el CD Lugo en Montilivi.
El Sporting de Gijón hizo sus deberes y venció 0-3 gracias a los goles de Miguel Ángel Guerrero, Jony Rodríguez e Isma López, pero llegó el final del encuentro y el conjunto asturiano se quedaba tercero a dos puntos del segundo clasificado, el Girona.
Todo cambió cuando un gol de Pablo Caballero en el 88' igualaba el partido entre el Girona y el Lugo y dejaba al equipo catalán con 82 puntos, los mismos que la escuadra asturiana. Empatados también en golaveraje, fue una diferencia de dos goles entre los tantos en contra y a favor, la que aupó al Sporting hasta la segunda plaza logrando así el último ascenso rojiblanco.