Isma López ha comparecido ante los micrófonos de COPE Asturias. El exjugador del Sporting de Gijón, ahora en las filas del Dinamo de Bucarest, ha valorado su etapa como jugador rojiblanco. Tras salir del Tenerife se ha marchado a Rumanía para continuar con su carrera. Eso sí, habla con añoranza de su etapa en El Molinón. Tanto es así que la define como "la mejor" de su carrera. De hecho, entiende que no debía continuar en el equipo por una cuestión de su propio nivel.
"Ojalá hubiese seguido dando el nivel como para estar allí. Tenía claro que en cuanto no pudiese darlo, por un tema mental o psicológico o de desgaste por situaciones que no son negativas sino más a nivel de tiempo, mi etapa no iba a seguir siendo todo lo buena que yo necesitaba que fuera para devolver el cariño que me daban en Gijón. No quería que la gente de Gijón se quedara con un mal sabor de boca conmigo como jugador. Salí en el momento que tenía que salir. Egoístamente, me habría encantado seguir diez años más, pero no habría sido positivo ni para el club ni para mí. El Sporting fue una etapa inmejorable", afirma.
Del mismo modo, se muestra sorprendido del cariño que aún le tiene la afición del Sporting, que es completamente recíproco. "Me sorprende el hecho de haber 'marcado' tanto; también comprendo ese sentimiento porque al revés es igual. Cada vez que tengo que hablar de Gijón, para mí es el lugar más importante de mi carrera, y también a nivel de vida en la ciudad". tanto es así que, si fuera necesario, arriesgaría para volver. "Si es por ganas de ponerme esa camiseta, lo haría mañana mismo, pero no solo hay que decidir con el corazón sino también con la cabeza. Fue una etapa maravillosa y me daría pena que la gente se quedara con otra sensación".
También ha hablado sobre la situación de Carlos Carmona. El extremo tiene opciones de salir este mismo mercado de fichajes. "Sé cómo es, sé que sabe manejar estas situaciones. Ha dado muchísimo al club. Y tampoco creo que viva de las rentas, de lo que ha hecho antes. Como todos, es un jugador que es difícil que dé el máximo si no tienes esa confianza o ese cariño o protagonismo que has tenido antes. Cuando ves que tu papel empieza a ser menor, cuesta más. Y es un poco injusto exigir al jugador que dé el máximo rendimiento que llegó a dar cuando en el entorno o en el club o en la plantilla no está el contexto necesario para poder lograrlo". De hecho, Isma López va más allá y cree que debería seguir siendo importante en el equipo. "No tengo dudas: digo que sí".