El Sporting de Gijón se midió a la UD Las Palmas en el partido correspondiente a la jornada 40 de LaLiga SmartBank. Un encuentro en el que se decidió con un solitario gol de Djukam cuando peor se le ponía el asunto al equipo sportinguista. El montenegrino volvió a salvar a los suyos.
Dicen que todo no es como empieza. Pero en el primer minuto el conjunto de Gallego recibió un serio aviso. Un centro desde la izquierda fue rematado por Araújo en la frontal del área, en un fallo de marca de la zaga rojiblanca. Poco a poco se fue haciendo con el mando del partido. Pero bien podrían haber cambiado las cosas con ese aviso.
Pedro Díaz se hizo con la manija del encuentro, buscando siempre a un incisivo Gaspar por la banda izquierda. Pero demasiada imprecisiones en el cuadro sportinguista, que le duraba poco tiempo el balón y las ocasiones las tenían los de Mel.
La presión del rival hacía que la primera parte le complicaba el ataque a los de Gallego. Gasta el final del primer acto el Sporting lo intentaba, pero con más corazón que cabeza. Sin conseguir hilar buenas jugadas, con un Djuka demasiado desasistido y queriendo hacer la guerra por su cuenta.
El guión de la segunda parte no cambió mucho. De hecho, los canarios se hacían con el mando del encuentro. La sensación de que el equipo está sin ideas y sin frescura fue la detonante durante el todo el encuentro. Un gol podía cambiar todo y cambiar la situación.
Los de Gallego parece que se dieron cuenta lo que se jugaban porque dieron un paso adelante. La presión se elevó y recuperaba antes el balón. Lo que no cambiaba es que la falta de ideas, le hacía perder balones fáciles. Los cambios del catalán le dieron otro aire al equipo, pero sin llegar a tener ocasiones claras.
Y cuando ya parecía que el atasco, sobre todo mental, del Sporting iba en aumento, apareció el de siempre. Un pase de Saúl García lo convirtió en oro Djuka, para convertirlo en gol y dar esperanza al equipo.
El gol dio aire a los de Gallego, que se hicieron con el partido. Aunque en el tramo final sufrieron en demasía. Los amarillos se fueron acercando a la portería de Mariño, pero sin llegar a provocar peligro. Un triunfo necesario y que rompe una dinámica peligrosa.