Seis años después, el Sporting de Gijón y su afición volverán a estar pendientes de lo que haga el Lugo en la última jornada de LaLiga SmartBank. Y es que, como sucedió en el ascenso de 2015, necesitarán que el equipo gallego les eche una mano para que los rojiblancos continúen con sus aspiraciones de ascender a LaLiga Santander.
Aunque la situación clasificatoria de los lucenses no se asemeja en nada a la que vivían por aquél entonces, ya que el duelo de este domingo ante el Rayo Vallecano se antoja vital para amarrar la permanencia en la categoría de plata. Tras vencer este lunes al FC Cartagena, tienen al alcance de la mano algo que se antojaba bastante complicado cuando Rubén Albés llegó al banquillo.
Tras 41 jornadas en puestos de promoción, el empate a cero ante el Fuenlabrada apeó al Sporting de la pelea por el ascenso en beneficio del Rayo Vallecano. Así las cosas, a los de David gallego solo les vale ganar al Almería en la última jornada y esperar a que el Rayo pierda o empate ante el Lugo.
Aunque el empate podría valerle a los lucenses siempre que se den una serie de condicionantes, tendrán que salir a Vallecas con el cuchillo entre los dientes y en busca de los tres puntos para estar tranquilos.
Como sucedió en junio de 2015 con el ya célebre gol de Pablo Caballero, la afición del Sporting mirará de reojo a lo que haga el Lugo, aunque esta vez ambos se estén jugando algo en la última jornada. Dos aficiones hermanadas desde entonces y que querrán volver a juntarse cuando el fútbol les depare otra oportunidad de verse las caras y todos puedan estar en las gradas.