El Sporting de Gijón suma su cuarta derrota consecutiva, la tercera desde la llegada de Martí. Una derrota frente al Tenerife que sí es un equipo con verdaderas ambiciones de ascenso en LaLiga SmartBank. Y es que ni la destitución de David Gallego ni la llegada de Martí han mejorado nada en absoluto a este equipo. Y eso que en la primera parte los rojiblancos tuvieron sus momentos, pero es un equipo carente de mecanismos para transformar esas sensaciones en ocasiones reales de gol.
En el arranque de la primera parte el Sporting se vio muy superado. Al Tenerife se le notó el poso desde el primer minuto, moviendo la pelota de izquierda a derecha con muchísimo criterio. Ni la defensa ni los mediocentros olieron alguno de los cambios de orientación hacia aquel sector. El cuadro chicharrero encontró ahí a Mollejo y Shaq Moore con continuidad, y volcaron la mayoría de sus ataques por ese sector.
Eso sí, el Sporting tuvo sus diez minutos de responder, de presionar arriba y de buscar el gol. Desde el minuto 15 los de Martí trataron de ofender a su rival, dejando una ocasión de peligro especialmente clara: un robo de Fran Villalba a Corredera para servir a Djuka en la frontal del área. El punta, fruto de la prisa y la ansiedad, engatilló en cuanto recibió y le salió un remate mordido. Apenas un disparo más del Puma Rodríguez desde la frontal, que topó con un defensa, se limitó el balance ofensivo real del cuadro rojiblanco.
Tras otro tramo de dominio tinerfeño, el Sporting volvió a encontrar su fútbol en los últimos 15 minutos de la primera parte. Sin embargo, tampoco se tradujo en opciones reales de peligro porque les faltó claridad en el último tercio. El Tenerife, muy bien plantado a nivel defensivo, supo desarbolar una por una todas las intentonas rojiblancas.
Ya en la segunda parte, el Tenerife cambió de piezas en el frente de ataque. Jugadores de la talla de Enric Gallego y Andrés Martín entraron para intimidar de verdad a la defensa rojiblanca. Y se habrían adelantado los chicharreros con un remate de este último si no fuera porque le salió defectuoso. Un centro desde la izquierda que remató con su pierna derecha, la menos buena, y le cayó a las manos a Mariño. En la jugada casi posterior, una jugada desde la izquierda quedó en nada cuando Álex Corredera salió en conducción de su propio área. Ahí Djuka estuvo más listo que nadie, le cargó, robó la pelota y disparó seco a la media vuelta. Un golazo para abrir la lata y dar algo de tranquilidad al Sporting.
O eso es lo que habría querido el Sporting. Porque un minuto después Enric Gallego remataría de cabeza un centro desde la derecha de Moore para empatar el partido. Una jugada mal defendida por Kravets en el centro y por Borja López, mal situado en toda la acción del remate. 1-1 y otra vez a remar, porque este Sporting no se puede tomar un respiro.
Lejos de echarse hacia delante, el Tenerife fue a por más después del empate. En una de esas, un nuevo desajuste acabó con Shashoua desmarcándose a la espalda de Jordi Calavera y Enric Gallego sellando su doblete recogiendo un balón suelto en el punto de penalti. Un nuevo partido en el que a Martí se le cae el equipo en los minutos finales, y otro duelo más en el que se demuestra que ni él ni este Sporting están capacitados para luchar por ascender. Otra temporada, el objetivo vuelve a ser sellar la permanencia y no pasar muchos apuros.