El regreso del 'Pitu' Abelardo al Sporting de Gijón ha vuelto a ilusionar a El Molinón. Más aún tras la solvente victoria frente a un equipo como el Girona FC que ocupa puestos de promoción y con el que hay cierta rivalidad desde el ascenso de 2015.
En la situación clasificatoria en la que se encuentra ahora mismo, con el fantasma de la Primera División RFEF acechando, estaba claro que era necesario un estilo de juego que aproveche las virtudes del equipo sin complicarse en exceso. O dicho de otra forma: simplificar el libreto para lograr un máximo rendimiento.
El 1-0 de Gragera tras un córner botado por Pedro Díaz fue especial por muchos aspectos. Primero de todo, por ser un gol con el que parecía que se encarrilaba un partido en el que el Sporting había comenzado dominando. Y después, porque el conjunto rojiblanco recuperó para esta recta final de temporada un recurso que esta temporada no se les ha dado especialmente bien: el balón parado.
A nivel defensivo, el Sporting ha sufrido una auténtica sangría en las jugadas de estrategia. Una faceta que, en teoría, deberían haber dominado con futbolistas como Babin, Borja López o Gragera que en el pasado demostraron ser solventes.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, Abelardo reconoció que era algo que habían preparado a conciencia. "Es una jugada que habíamos estudiado. Le teníamos mucho respeto al Girona en el balón parado, pero habíamos hablado de preparar bien la estrategia ofensiva. Fue una jugada que preparó Tomás Hervás y los jugadores lo han ejecutado de manera perfecta". Puedes volver a verlo en el vídeo adjunto a esta noticia.
Todo apunta a que la mano derecha del 'Pitu' es también el principal responsable de que el conjunto rojiblanco progrese en esta faceta de juego en la que tanto han sufrido este año.