No hay manera. El Sporting de Gijón no encuentra el camino y la preocupación ya está instalada en El Molinón. Pese a los múltiples intentos, a los de Abelardo les fue imposible perforar la portería rival. La UD Las Palmas, con un solitario gol, se llevó los tres puntos y amplía a siete jornadas sin ganar la racha negativa de los rojiblancos.
El encuentro en El Molinón comenzó con un orden excelso por parte de ambos equipos hasta que el duelo se volvió eléctrico. Todo ello, a raíz del desafortunado gol para la UD Las Palmas. Sergio Cardona apuró línea de fondo, dio un pase atrás y el balón se coló en la portería de Cuéllar tras rebotar en Izquierdoz. Tocaba de nuevo remar a contracorriente.
Pero el Sporting le tomó pronto el pulso al partido cuando marchaba por debajo en el marcador. Comenzó a hilvanar acciones de peligro, con un Cote muy participativo en ataque. Centros laterales que no encontraban rematador, jugadas en el área a las que nadie acertaba. En definitiva, infortunios que impedían que llegara el empate Y no lo hizo en un primer tiempo que acabó con bronca y con los rojiblancos por debajo en el tanteo.
En el segundo tiempo el Sporting continuó apretando y Zarfino avisó por primera vez tras un centro de Cote, pero su remate se marchó alto. Los minutos pasaban y, mientras Abelardo removía el banquillo, los rojiblancos trataban de buscar el gol. Pero este no llegaba. Y mientras tanto, Las Palmas avisaba con acciones de mucho peligro que pudieron sentenciar el encuentro.
Nadie acertaba con la portería de Álex Domínguez. En una acción a balón parado el colegiado señaló penalti, pero acto seguido lo anuló por fuera de juego. No había manera. Y no la hubo. En la recta final, las fuerzas fallaron y el partido fue un quiero y no puedo.
El Sporting cae en su estadio ante un gran rival y la mala racha continúa. Toca seguir moviendo el árbol en busca de soluciones.