Un abrazo y una victoria. El Real Sporting está necesitado de ambas cosas tras su mala dinámica en LaLiga SmartBank. La llegada de Miguel Ángel Ramírez ha provocado un gran cambio en el juego de un grupo que confía en el técnico, pero que no termina de ejecutarlo a la perfección. La apuesta del Grupo Orlegi en el entrenador canario es clara, pero también necesitan razones a las que aferrarse. Los tres puntos ante el Tenerife se antojan vitales para los intereses del equipo.
Y qué mejor sitio para reencontrarse con la victoria que El Molinón. La afición rojiblanca jugará un papel trascendental este sábado para llevar en volandas a los suyos y alejar los fantasmas del descenso al fútbol no profesional. Inmersos en la jornada 29 de campeonato, el cuadro sportinguista ocupa el decimoquinto puesto de la clasificación, solo cuatro puntos por encima de la zona roja.
Uno de los grandes problemas de esta versión rojiblanca, que no el único, es su escasa efectividad de cara a portería. Los delanteros no están protagonizando las cifras esperadas a principio de temporada y gran parte de la suerte del Sporting de aquí al final de curso dependerán de los Djuka, Cristo y compañía.
El sueño del play off parece una quimera, pero El Molinón, consciente de la situación, no dudará en abrazar al equipo si muestran el necesitado paso al frente que demanda una situación tan peligrosa como la que protagoniza el Real Sporting en la actualidad.