En un club que mima tanto la cantera como el Dépor es normal que varios jugadores se hayan asentado en la élite después de pasar por Abegondo. Desgraciadamente, Trilli fue el siguiente de una larga lista que, por la mala situación deportiva que atraviesa la entidad, puede ampliarse en los próximos años.
Pero la fuga de talentos no es un fenómeno que se haya producido únicamente ahora que el Dépor ya no está en el fútbol profesional. Durante su última etapa en la máxima categoría también dejó escapar a jugadores que han acabado gozando de una carrera dilatada y tuvieron un paso más o menos testimonial por el primer equipo.
Se da la curiosidad de que el Sporting juntará esta próxima temporada a una pareja de centrales que muchos deportivistas querrían haber visto durante años: Pablo Insua y Róber Pier. El fichaje de este último se confirmó después de que se conociera que no renovará con el Levante UD.
Se da la casualidad de que, pese a ser prácticamente coetáneos -dos años les separan- no llegaron a vestir juntos la zamarra blanquiazul si bien coincidieron en plantilla. De hecho, la salida de Insua al Schalke 04 en 2017 podía depender también de la continuidad del de Arzúa en la entidad coruñesa.
Ahora, en Gijón, ambos demostrarán su valía y si son capaces de coexistir y si se entienden a la perfección. A buen seguro que muchos deportivistas verán con cierta nostalgia a esta pareja que, nunca se sabe, pueden regresar al Dépor en un futuro próximo.
De hecho, el propio Pablo Insua ya ha dejado caer en varias ocasiones que vería con buenos ojos regresar a la entidad blanquiazul siguiendo el ejemplo de Lucas Pérez.