Una de las imágenes que, desgraciadamente, mejor refleja la tensión que se vive en los derbis entre el Sporting y el Oviedo fue la agresión a Joan Femenías por parte de Jony, Berto y Christian Rivera. Este último es el único que permanece en la disciplina rojiblanca, y aunque en su momento ya se disculpó por lo sucedido, todavía sigue teniendo remordimientos aunque haya pasado año y medio.
En una entrevista a El Comercio, el centrocampista ovetense asegura que "no puedo rebajarme a hacer algo así" y que "lo pienso y me da vergüenza". Cabe recordar que Rivera tuvo que cumplir dos partidos de sanción por esta agresión que él defiende que fue un empujón o un zarandeo.
"No le di un puñetazo. Fue una de las tanganas que hay en el fútbol, por desgracia. La foto fue muy fea", explica, aunque lo achaca a que "se agrandó por cómo se vive el derbi en Asturias".
Conocido por su carácter algo díscolo, tanto dentro como fuera del campo, esta acción que sin lugar a dudas marcará su carrera ha acabado siendo un antes y un después para Christian Rivera.
"Ahora intento no meterme en ningún berenjenal", asegura el centrocampista que en los últimos meses está contando con la confianza de Miguel Ángel Ramírez y está respondiendo con buen juego y asentándose como una pieza clave en el centro del campo.