El presidente del Grupo Orlegi Sports y del consejo de administración del Real Sporting de Gijón, Alejandro Irarragorri, ha apostado este jueves por un derbi contra el Real Oviedo que sea "una gran fiesta, un partido con mucha entrega y mucha pasión pero con una rivalidad que se quede en la cancha" y, "obviamente, con un resultado rojiblanco" en el marcador. Lo ha hecho en un acto junto a Adrián Barbón, que opta por la neutralidad de cara al encuentro.
En declaraciones a los periodistas tras la firma del un protocolo de colaboración para impulsar la candidatura del estadio municipal El Molinón-Enrique Castro 'Quini' como una de las sedes del Mundial 2030 que se disputará en España, Irarragorri ha subrayado que los dos equipos, que se enfrentarán en Gijón el próximo sábado, han de ser "grandes rivales en la cancha y después construir juntos porque hay un interés más grande que es Asturias". Unas declaraciones que distan mucho de las del expresidente oviedista, Jorge Menéndez Vallina.
El dirigente ha apuntado que, "pese a la derrota dolorosa" obtenida el pasado lunes contra el Zaragoza (3-0), el equipo muestra "una gran solidez, una alegría, una vocación, una confianza y un apoyo de una afición extraordinaria que volverá a llenar totalmente El Molinón, lo que no ocurría desde 2015".
El propietario del club ha afirmado que la afición sabe que es ahora cuando más la necesita el equipo para poder optar al ascenso y los jugadores entienden que, "pese a haber realizado una gran primera vuelta extraordinaria, no basta y tienen que continuar así".
"El partido del sábado es emocionalmente importante, pero al final son tres puntos que tenemos que ir por ellos en nuestra casa, con toda esa afición que estará apoyando y espero que sea una gran fiesta para Asturias. Insisto, creo que la rivalidad tiene que quedarse en la cancha", ha subrayado.
Tras declararse el partido entre el Sporting y el Oviedo (18:30 horas) de alto riesgo, la Delegación de Gobierno en Asturias repetirá el sábado el mismo dispositivo de seguridad que empleó en el derbi de la primera vuelta, lo que favorecerá una reducción del tiempo de espera para los aficionados visitantes respecto a la pasada temporada.