"Es como un veneno en la sangre": la bonita historia de sportinguismo de Carlos y Mateo

Después del triunfo frente al Real Zaragoza en la última jornada del campeonato en LALIGA HYPERMOTION, el Sporting de Gijón ha querido compartir a través de sus redes sociales la bonita historia de Carlos y Mateo, dos pequeños aficionados rojiblancos que representan los valores del sentimiento sportinguista.

En el vídeo del tuit inferior, que ha publicado el club, se puede ver que Cote es el encargado de sorprender a estos dos niños de Mieres de unos 12 años de edad.

El futbolista del Sporting llama por teléfono a uno de ellos, a Carlos, para decirle que el club los invita a vivir un partido del equipo desde dentro. El encargado de recogerlos es nada más y nada menos que el mítico Redondo.

Estos pequeños ya fueron protagonistas en una previa de un partido del Sporting cuando comentaron que "a veces se pillan atascos pero por ver al Sporting, damos la vida".

"Te vamos a mandar un coche para que te recoja y que no os coja atasco", le comenta Cote a uno de los niños.

Ya en el coche camino a El Molinón, Carlos comenta que cuando recibió la llamada de Cote, "no me salían ni las palabras del cuerpo, sólo podía responder. Es un sentimiento que, a pesar de los años, sigue la llama, es como un veneno en la sangre".

En el desplazamiento al estadio rojiblanco, con Redondo al volante, el exjugador les explica que él jugaba de central o lateral. "Yo era el Guille Rosas", les dice entre risas.

Una vez que llegan al estadio, Cote les saluda y pasan a visitar el interior del vestuario. "Cote puede jugar hasta descalzo", señala uno de ellos.

Rubén Albés también tuvo la oportunidad de conocerlos. "¿Qué le diríais a los chicos?", les pregunta antes del encuentro. "Que pongan ganas al partido y que no se dejen intimidar", responde uno de ellos. "Pues no sé si luego entraréis, a lo mejor hay que meterlos para dentro", afirma Albés tras la contestación de los niños.

Tras disfrutar en la grada del partido, conocer a los jugadores y vivir un día que jamás olvidarán aseguran que "somos unos afortunados por estar aquí, no hay palabras para describir el sentimiento que tenemos".