La salida de los equipos ingleses precipitó la suspensión de la Superliga. Los aficionados del Chelsea fueron los más beligerantes con una concentración en los aledaños de Stamford Bridge que incluso hizo que el partido ante el Brighton comenzara con retraso.
Concentrados en las afueras del estadio, los aficionados recibieron la noticia de que su club planeaba abandonar la Superliga y lo celebraron por todo lo alto.