¡Así sí Valencia!
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El Valencia CF se redimió ante su afición consiguiendo tres puntos de oro ante el Almería, a quien venció por 3-2. Por parte de los valencianistas marcaron Parejo, Rodrigo y Negredo, mientras que por parte del Almería marcó Hemed por partida doble. El Valencia ganó con justicia y sufrimiento gracias a una muy buena segunda parte, en la que el Valencia puso intensidad, calidad y juego para llevarse tres puntos de oro y redimirse con su afición.
El Valencia, tal y como publicó ElDesmarque revolucionó su sistema para 'taparse' y cubrir la baja de Nicolás Otamendi. Nuno Espírito Santo formó con una línea de cuatro integrada por Barragán y Gayà en las bandas y Mustafi y Orban en el centro de la zaga. Sin embargo, la gran novedad era en la medular, ya que delante de la línea de cuatro puso cinco centrocampistas. Javi Fuego hizo las labores de escoba, mientras que Enzo Pérez, Parejo, André Gomes y Rodrigo. El 'problema' de este sistema es que dejaba a Paco Alcácer como única referencia en el ataque.
Teóricamente no debería importar, ya que el rival se presumía inferior -aunque ha logrado 13 de los 16 puntos que lleva fuera de su feudo- y así quedó demostrado en los primeros minutos. El Valencia no inquietaba pero dominaba a un Almería que salió muy replegado y esperando sus oportunidades a la contra.
Con comodidad creaban los de Nuno y, merced a su calidad, abrieron la lata bien pronto. En el minuto 10 Parejo iniciaba una jugada en la medular y tras trenzar una maravillosa jugada con Enzo, Rodrigo y Barragán; el lateral le ponía el balón al de Coslada que hacía el 1-0.
Una jarra de agua fría para cada alegría
Relajados, redimidos con su afición y felices, el Valencia recibió inmediatamente una dosis de realidad. Una pérdida en la medular, Wellington se colaba por la banda derecha del Valencia y la ponía en bandeka para que Hemed empatara un minuto después del uno cero. Apenas había durado un suspiro la alegría en Mestalla.
La afición, eso sí, seguía animando a los suyos, la eliminación copera quedaba atrás y el equipo se revolvió. Rodrigo cabeceaba en el 17 un balón suave a las manos de Cuesta. Al Valencia le faltaba profundidad, pero estaba mejor asentado en el terreno de juego. En el 24, Parejo de nuevo, de falta directa volvió a probar los reflejos del meta almeriense. Las ocasiones llegaban con cuentagotas.
El gol sólo podía llegar en otra jugada de tiralíneas. Parejo empezaba la jugada junto a Enzo Pérez, el balón la ponía a André Gomes que asistía en el área pequeña para que Rodrigo hiciera el 2-1. Contra una defensa tan poblada, sólo la calidad y las paredes precisas podían romper la maraña almeriense y así fue. Media hora de juego y otra vez el Valencia y su afición eufóricos. Y otra vez bofetón de realidad. Instantes después, a la salida de un córner, y Hemed libre de marca hacía el empate. La ausencia de Otamendi pesaba demasiado. Tanto que en el 35, de nuevo Hemed, cabeceaba libre de marca al larguero. Por fortuna el israelí no acertó, aunque sí que puso a la afición de uñas...
Por si faltara algo, mientras Barragán se resentía de un problema muscular en la parte posterior del muslo; Alves hacía gestos de que no podía más. El lateral se marchó en el 42 por Joao Cancelo y ya se no jugó más. Bronca del respetable al descanso. El Valencia pagó muy caro los desajustes defensivos.
Tras el descanso, Nuno preparó sus cambios, aunque salió con el mismo once y Mestalla se quejaba. El panorama era el mismo, el Almería bien cerrado y el Valencia dominando de forma poca tranquilizadora y en la zona dónde no se hace daño al rival. A medida que pasaban los minutos, sin embargo, los de Nuno subieron la intensidad y empezaron a llegar las ocasiones. En el 52' André Gomes cabeceó fuera por poco un buen centro de Cancelo.
Se mascaba el tercero... Y llegó.
Con mejor actitud y con Cancelo poniendo buenos centros, el Valencia dio la impresión de ir a por el partido. Se había disputado una hora de juego cuando Nuno decidió mover su dibujo y su banquillo. Javi Fuego se incrustó casi como tercer central poco antes de dejar su puesto a Álvaro Negredo. Toda la dinamita en el campo y el Valencia encerró a su rival.
En el 62 Rodrigo la ponía a pierna cambiada y el Tiburón Negredo remató avasallando a su par. Julián atajó sin apuros. El partido tomaba otro cariz. Se mascaba el gol de los locales. El hispano-brasileño estaba exultante. Bramaba Mestalla y el equipo volvía a apretar. Negredo, que pudo ser objeto de penalti en el 64, de nuevo remataba a las manos de Julián demasiado suave. El bombardeo de centros al área almeriense era incesante. Cancelo y Rodrigo estaban explotando la banda derecha obligando a que se multiplicaran los almerienses.
En el 70 Negredo estrelló su disparo en el lateral de la red. El Valencia quería. Ahora Alcácer tiraba ligeramente desviado en el 74; ahora Cancelo se internaba en el área con peligro. El portugués estaba estelar y todo el peligro llegaba por su banda, ya que por la izquierda Gayà no tenía quien le ayudara. Por eso André Gomes se fue en el 79 para dejar su sitio a Rodrigo De Paul. El argentino se pegó en la izquierda para completar el asedio valencianista. Todo el Valencia estaba en el terreno del Almería.
En la primera que intervino De Paul, el balón llegó a Rodrigo que estrelló su disparo en el larguero. Fue el preludio del merecidísimo 3-2. Centro desde la izquierda de Gayà y Negredo, en el segundo palo, cabeceaba a la red. Justicia, al fin. Esta vez el relax no existió. Es más, el Valencia seguía insistiendo en busca del cuarto. En los siete minutos que quedaban. El Almería se estiró, pero esta vez no encontró el gol, a pesar de que hasta su portero subió a rematar el último córner del partido en el 93.