Pudieron con La Catedral, pero no con el juez

El Valencia empató a un gol a cero al Athletic de Bilbao en San Mamés tras adelantarse gracias a un tanto en el minuto 60 de Rodrigo De Paul, que había entrado en el campo por el lesionado Piatti, y comprobar como un doble error del colegiado que propició el tanto de la igualada obra de Aduriz.   

Los de Mestalla fueron mejores en términos generales y lograron profanar La Catedral. Pudieron contra la Iglesia, pero no pudieron con el juez cántabro Teixeira Vitienes, que se inventó la expulsión de Otamendi y permitió que el Athletic empatara en fuera de juego. 
El Valencia salió como si jugara de local en La Catedral. Ni las bajas arredraron a un equipo que quería quitarse cuanto antes la amargura de haber dejado escapar el tercer puesto ante el Villarreal. Con velocidad, sin pasar apuros atrás, los de Nuno fueron los claros dominadores del juego en la primera media hora de juego. Enfrente, los locales se encontraban una y otra vez con Javi Fuego cuando querían atacar y reculando ante los empujes de Barragán, Feghouli y Orbán y Piatti por las bandas.
El Valencia saltó muy serio y concentrado. Orbán se mostró más ofensivo que de costumbre y eso lo agradeció el equipo que, tras variaos acercamientos sin peligro, gozó de una ocasión clarísima en el 23. El tiro seco de Alcácer que se le escapó a Iraizoz. Sólo los percances físicos frenaban a un Valencia que quería ganar en San Mamés.
Así, si en el primer cuarto de hora tuvo que ser vendado André Gomes porque tenía una brecha en la cabeza que manaba sangre y poco después le tocaba abandonar el campo a Piatti por una lesión muscular. De Paul entró en su lugar y se colocó en la mediapunta desplazando al otro Rodrigo a la banda izquierda. 

De más a menos

Con De Paul en el campo, el Valencia aún mostró más dinamismo y pudo marcar en el 32', pero el remate de Alcácer -sólo ante el portero- fue anulado por fuera de juego. Los de Nuno tenían ansiedad por ganar, abusaba del pase largo y, eso permitió que el Athlétic tuviera sus mejores ocasiones. Casi siempre llegaron a balón parado, como en el 43' cuando Williams estrelló el balón en lateral de la portería de Alves después de que Aduriz le habilitara en el primer palo. Hubiera sido un final injusto para esta primera mitad en la que la lesión de Piatti y fuer la peor noticia para los de Mestalla.
La segunda mitad continuó con la preocupante dinámica con la que acabó la primera parte. Un córner desde la izquierda acabó en un cabezazo de San José que obigó a Alves a hacer el paradón del día. El Athletic apretaba y pudo marcar en el 56. Aduriz, el más peligroso de los leones, remataba de cabeza y cuando toda la Catedral cantaba el gol, Otamendi la sacó sobre la misma línea.
Cuando peor pintaban las cosas para los de Mestalla, De Paul iba a colocar el 0-1 en el electrónico. Orbán centró por la izquierda, Rodrigo Moreno prolonga, Alcácer la deja pasar y De Paul llegando desde atrás la coloca a la base del palo. Las huestes de Nuno habían aguantado las embestidas y habían cambiado el signo del partido.
A partir del tanto de De Paul, el Athletic perdió fuelle y el Valencia fue ganando metros. Por eso el técnico local sacó a dos jugadores de golpe y el Valencia puso en liza a Negredo por Alcácer. El punta madrileño salió, controló un balón largo de Otamendi con el tacón y la puso franca para Rodrigo Moreno quien, llegando desde atrás tiró fuera de forma incomprensible. Hubiera sido la sentencia.
De nuevo el hispano brasileño pudo y debió marcar en el 80. Su remate, seco, y potente, fue despejado por Iraizoz cuando el gol se mascaba. No tuvo suerte el punta, que un minuto después hacía de nuevo que el meta vasco se luciera. Rodrigo remataba de forma acrobática un córner que el meta despejó con problemas.     

El error de Teixeira y del linier propiciaron el empate      

Nada parecía alterar ya al Valencia. Todo estaba bajo control menos el colegiado, que se inventó una roja sobre Otamendi por un plantillazo -que no fue tal- del central en un balón disputado con San José. Con uno menos, Nunco sacó a Cancelo por Rodrigo, fundido y hundido por la mala suerte.
Quedaban ocho minutos y tocaba apretar los dientes. Y, aunque el Valencia tiró de experiencia, en una embestida local, el balón llegó a Aduriz quien, en fuera de juego y tras un rechace a un tiro de Borja Viguera, Aduriz consumaba la injusticia y empataba el partido. El Valencia pudo con La Catedral pero no con el juez.