El calor y el cariño, el mejor tratamiento para André
La afición tiene ganas de ver de vuelta a André Gomes. Saben de su calidad, de lo importante que fue la pasada temporada para que el Valencia lograra el objetivo de la Liga de Campeones y es que en tan sólo un año el internacional portugués se ha ganado a la parroquia de Mestalla con su verticalidad, con su buen fútbol y es que los mejores momentos del equipo llegaron cuando André estuvo a pleno rendimiento. Es el centrocampista ché más vertical, el que rompe las líneas rivales con su enorme potencia, pero además, su carisma ha hecho que sea de los jugadores favoritos entre la afición blanquinegra.
La gente ya cuenta los días que restan para que regrese a los terrenos de juego, pero aún le queda un largo recorrido hasta que pueda debutar con el resto de sus compañeros. Por el momento está en esa fase de trabajo en solitario, con sesiones maratonianas destinadas a potenciar su tendón operado, y que pueden minar la moral porque el futbolista se ve trabajando solo, sin poder casi jugar el balón que es lo que gusta, aunque es cierto que André Gomes siempre que puede 'roba' alguno y se pone a hacer toques o a conducir de manera muy suave. Lo de golpear será más adelante y es que su lesión fue muy seria.
Pero la escena se ha producido este miércoles en pleno entrenamiento del primer equipo. Cuando todos trabajaban a pleno rendimiento, André ha aparecido en el Antonio Puchades junto a un recuperador, venía de hacer sus ejercicios en un campo anexo, por espacio de una hora, y la grada se ha venido a bajo. Ha sido la ovación cerrada más intensa de la tarde, incluso gente en pie que le mandaba en ese aplauso un mensaje implícito de fuerza para continuar peleando él sólo contra el tiempo, contra un destino que quiso que se lesionara con la temporada casi terminada. El luso se ha pasado unos meses de junio y julio trabajando día tras día en Paterna, mientras sus compañeros disfrutaban de las vacaciones, él sólo ha tenido una semana para descansar, sobre todo mentalmente, y ha regresado con las pilas recargadas.
Es verdad que la gente tiene ganas de verlo, pero no menos que las suyas con regresar a Mestalla. Estas muestras de cariño las ha recibido todos los días, a la salida de la Ciudad Deportiva, por la calle y también esta tarde en Paterna. Él correspondió el aplauso con un saludo con el brazo en el que iba un agradecimiento total a esa afición que el año pasado le demostró de lo que es capaz de hacer por el amor a unos colores. Les devolvió el aplauso y les dedicó una de esas sonrisas que han convertido a André en uno de los preferidos del graderio. Y es que como decía el gran Andrés Montes: "Todos los jugones, sonríen igual".