El Valencia se reencontró por fin con su versión más fiable en Mestalla y venció al Málaga por tres goles a cero gracias a una primera parte de ensueño. Piatti, de falta directa, André Gomes de jugada personal, y Dani Parejo de penalti fueron los autores de los goles de una victoria balsámica.
No sorprendió a nadie Nuno con su once. La noche no estaba para sorpresas, y con disfrutar de los nuevos videomarcadores y del césped de Mestalla, la afición tenía más que de sobra. Así, de inicio, saltó el teórico once de gala sin Feghouli, que no pudo superar las molestias que arrastra desde el último partido internacional. Jaume Doménech, Joao Cancelo, Mustafi, Aderllan Santos, Gayà, Javi Fuego, André Gomes, Parejo, Santi Mina, Piatti y Alcácer estaban obligados a enmendar la plana y pronto trataron de demostrarlo.
Dos arreones de un recuperado André Gomes propiciaron las primeras aproximaciones valencianistas. El equipo, a diferencia de otras ocasiones, atacaba más calmado, más seguido, pero con más paciencia que en otros envites. Había que ganar, sí, pero no a lo loco. Así, en el 17 Paco Alcácer no llego a un centro previso de Cancelo, un cañón en ataque, una madre en defensa, que debió suponer el primero de la noche. Sería a la jugada siguiente, cuando casi los mismos protagonistas abrirían la lata.
Cancelo era objeto de falta en el lateral del área malagueña tras un nuevo dribbling endiablado. El saque a pierna cambiada correría a cargo de Piatti quien, con un zurdazo, y la colaboración involuntaria de Charles lograría el 1-0.
La presión que ejercía el equipo daba sus frutos, y sus ocasiones. En una de éstas aproximaciones, el meta Kameni chocaba fortuitamente contra su compañero Angeleri y lo dejaba KO mientras despejaba a córner.
Albentosa saltaba al campo para sustituir al central y presenciar desde un lugar privilegiado como André Gomes marcaba un golazo. El portugués recogía un rechace en la frontal, driblaba hasta siete defensores rivales y desde el área pequeña se sacaba un zurdazo impresionante ante el que nada podía hacer Kameni. 2-0 y partido visto para sentencia...
Sí, porque aunque en el 37 el colegiado se inventaba un penalti de Aderlan (le golpeó un centro en el pecho y el árbitro pito la pena máxima) ahí estaba Jaume para demostrar que no sólo es un gran portero de reflejos, sino que también para penaltis. El de Almenara enloqueció a una grada que estaba entregada a la causa. A Mestalla le encantan los sábados por la noche... Cuando los murciélagos salen a cazar.
Con la presión más intensa y más cerca de la portería rival, el equipo se encontró mucho más cómodo. Recuperaba antes y generaba muchos problemas al Málaga. Esta fue la tónica con la que el Valencia comenzó la segunda mitad. Había ganas en el césped y en la grada de cerrar el círculo. En el 58 Acácer pudo hacer el 3-0 a centro de Gayà, pero su remate se fue fuera por poco.
En el 64 saltaba al campo el revulsivo Bakkali, por un reventao Piatti. El autor del primer gol era despedido con una gran ovación, la misma que recibía el internacional belga. Poco después en la otra banda era Santi Mina, que fue entonándose con el paso de los minutos, el que dejaba su puesto a Soso Feghouli. El gallego se marchaba ovacionado, feliz, y con la confianza recuperada tras una época llena de claroscuros para el valencianista.
Alcácer lograba el 3-0 en fuera de juego tras un centro de Feghouli, que disputaba su partido 180 como jugador del Valencia. La afición estaba emocionada y despedía en pie a André Gomes cuando éste dejaba su puesto a Danilo Barbosa.
Los hombres de segunda línea habían cumplido con su papel, habían recuperado el gol perdido y le dan tres puntos de oro al equipo. La remontada en la Liga ha comenzado y lo ha hecho en un sábado por la noche, como a Mestalla le gusta. Un Mestalla que lucía de forma especial gracias a su nuevo césped y sus nuevos videomarcadores y que quería celebrar el tercero. Bakkali erró el último pase que hubiera dejado a Alcácer sólo, pero la jugada siguió y Danilo Barbosa, fue objeto de penalti tras regatearse a tres malagueños.
El capitán Dani Parejo ponía la rúbrica desde el punto de penalti a una noche mística en Mestalla en la que el Valencia se reencontraba con su mejor versión. 3-0 y ahora a pensar en la Champions.