El Valencia hizo el ridículo en su visita a Gante. Más por la imagen, por la escasez de fútbol que se le presupone, que por el resultado en sí. Y es que, el KAA Gent fue muy superior a los de Nuno Espírito Santo y sólo su candidez le impidió conseguir un marcador más abultado que habría hecho justicia. Kums, de penalti en el comienzo de la segunda parte, fue el autor del único gol del partido.
Ya antes del comienzo la cosa empezó torcida con una nueva citación sin Negredo. En el campo, sobre el césped, la cosa no mejoró. Ni el técnico, ni los jugadores consiguieron importunar a la cenicienta del grupo que sumó la primera victoria de su historia en la Champions.
Jaume, Barragán, Mustafi, Santos, Gayà, Javi Fuego, Enzo Pérez, Parejo, Feghouli, Santi Mina y Alcácer. Eran los hombres encargados de lograr la clasificación matemática para octavos de final de la Champions. Ninguna sorpresa había reservado Nuno, que no fuera dejarse a Álvaro Negredo en la grada. La decisión deportiva se alarga ya a cinco partidos.
Los belgas, que jugaban en casa y querían estrenar su casillero de victorias, y por eso salieron en tromba. En 6 minutos el KAA Gent ya se había acercado con peligro en tres ocasiones a la meta de Jaume, que respondió impecable en todas.
Pasados estos minutos de agobio inicial, el Valencia cogió la batuta del encuentro durante unos instantes. La movía bien y, por la derecha con Barragán y Feghouli, parecía que podía encontrar el hueco para hacer daño. Fue un espejismo.
Con todo, era el Gent quien llevaba el peligro. Un cabezazo desde la frontal en parábola de Kums tras un centro de Asare por un desajuste defensivo grave del Valencia, sorprendió a Jaume. El de Almenara tuvo tiempo justo para rozarla con los dedos y mandarla a la cruceta cuando todo Ghelamco cantaba el gol.
Dejaegere debió acertar en el 25 pero le perdonó la vida al Valencia. Su remate de cabeza a tres metros de la línea salió alto de forma incomprensible. Los belgas habían borrado al Valencia del campo. Llegaban antes a los cruces, a los choques, movían mejor y más rápido la pelota y, lógicamente, creaban ocasiones y acumulaban tiros a puerta (12 por 0 del Valencia en los primeros 45 minutos).
El Valencia era una caricatura de sí mismo. Descolocado, desdibujado... mal. Por fortuna, la escasa entidad del rival les permitía marcharse al descanso con un empate a cero. Sin duda, el resultado fue lo mejor para los de Nuno en esta primera mitad.
Nuno suele esperar para hacer los cambios, pero negro lo debió ver cuando aprovechó el descanso para sentar a Santi Mina para dar entrada a Piatti. Sin embargo, cuando quiso reaccionar el técnico, la realidad le dio un bofetón. A Barragán le daba un centro en la mano y el penalti, claro, fue convertido por Kums en el 1-0. Jaume Doménech la tocaba, pero el gato es bueno, pero milagros a Lourdes.
El primer tiro del Valencia llegó a puerta en el 56, gracias a un lanzamiento de falta directa de Parejo. El bagaje era tan escaso, la imagen tan triste que el técnico apostó por el único hombre que podía alegrar el juego del equipo: André Gomes. Javi Fuego, en el 62, se marchaba del terreno de juego dejando su puesto al luso.
Sin delanteros en el banquillo, Joao Cancelo fue el tercer y último cambio de Nuno. El lateral, que había perdido su titularidad en detrimento de Barragán, entraba en el 69 por un agotado Feghouli. El argelino se había ido apagando con el paso de los minutos y estaba fundido.
Nada consiguió el técnico portugués. Su equipo siguió deambulando sin sentido por el campo, superado por su rival. En el 80, Alcácer, en un a jugada aislada, probó a Sels. Era el segundo disparo a puerta en todo el partido. El ridículo rozaba el esperpento. Y el técnico Hein Vanhaezebrouck se sumaba a la fiesta sustituyendo a Raman por Rafinha, aunque el primero había saltado al campo media hora antes.
Sólo lo escueto del resultado y que el colegiado alargara cuatro minutos mantenía alguna esperanza viva en el Valencia. Pero ni por esas. El Gante seguía con fe, con fuerzas, presionando en casi todo el campo. Al final, victoria para el Gante, que se queda con cuatro puntos y ya ve al Valencia, con seis, como un rival alcanzable.