Manita a la crisis

El Valencia CF le dio una manita o un manotazo a su crisis tras conseguir una contundente victoria por un gol a cinco en su visita al Celta de Vigo en Balaídos. Alcácer dos, Parejo dos y Mustafi fueron los autores del triunfo más abultado del equipo en la presente temporada y que llega en el momento más difícil de su entrenador, Nuno Espírito Santo, cuestionadísimo por sus últimos resultados y decisiones como dejar fuera de la convocatoria a Negredo en seis partidos consecutivos. 

Seguro que al técnico le supo a gloria el triunfo, pero también a jugadores como Paco Alcácer, que ratifica su nueva convocatoria con la selección con dos tantos de delantero centro nato; o a Dani Parejo, capitán que dio la cara por Negredo, y que vuelve por sus fueros haciendo un gran partido y marcando dos tantos después de ser silbado en Mestalla en su último partido liguero. 
Pero seguro que le supo a gloria también a su afición, que ve como el Valencia golea a un rival directo y se acerca un poco más a las plazas que dan derecho a jugar la próxima edición de la Liga de Campeones. 
Nuno sorprendió con el planteamiento -adelantar las líneas-; no tanto con su equipo titular. Así, el once fue el formado por Jaume en la portería; defensa de cuatro con Barragán (regresaría tras ser suplente en Champions en Gante), Mustafi, Vezo y Gayà; el trivote en el centro del campo es para Javi Fuego, Parejo y André Gomes, pues Enzo Pérez es baja por sanción. Por último, las bandas fueron para Cancelo, que se ocuparía de la banda derecha ante la ausencia de Feghouli, y para Bakkali, que ya se estrenó como goleador contra el Levante por la izquierda. Arriba la referencia ofensiva sería para Paco Alcácer.
El Valencia, sabedor de su necesidad, salió más adelantado que de costumbre, Presionando más arriba para evitar que el conjunto vigués desarrollara su juego. Los de Nuno estaban mejor asentados sobre el terreno de juego, sufrían poco y peleaban bien arriba, con lo que cualquier recuperación permitía a Cancelo y Bakkali profundizar por sus bandas y centrar para que Alcácer, casi, pudiera rematar la primera en el 8'. Atrás, André, Parejo y Fuego aguantaban bien las acometidas gallegas, que tardó diez minutos en acercarse a la meta de Jaume Doménech y, precisamente, por una precipitación en el saque del meta que obligó al escorzo de Mustafi para solventar la perdida previa. 

Alcácer abre la lata

Los de Nuno habían salido mejor y en el 12 obtuvieron su premio. Nueva recuperación, la pelota llegaba a André, éste a Parejo que, haciendo las veces de mediapunta, ponía el balón en el punto de penalti a Paco Alcácer. El de Torrent se revolvía ante su defensor y batía por bajo a Sergio. Gol de killer. 

Un nuevo despiste defensivo

Con el gol en contra, el equipo revelación de la Liga se estiró y, aunque tampoco era capaz de generar demasiado peligro, los de Nuno, este año no son los mismos de la temporada pasada. Y, a las primeras de cambio, en el minuto 23 para ser exactos, un desajuste defensivo permitió al Celta tocar tres veces de cabeza el balón en el área de Jaume Doménech. Finalmente sería Augusto Fernández el que hiciera el empate ante la pasividad de la defensa que se quedó, literalmente, mirando. Un crimen. Todo volvía a empezar.
El conjunto gallego olió la sangre y apretaba. El Valencia se había desdibujado. La endeblez mental del bloque volvía a aparecer. Cancelo, de interior reconvertido, era el que más brillaba en el bloque de Nuno. Como extremo mejora, porque hacia adelante va mucho mejor que hacia atrás. En todo caso, el que llevaba la batuta del juego era el Celta, que en el 38 obligó a una excepcional intervención de Jaume a centro de Nolito cuando la pelota se colaba ya por la línea. 
Con el paso de los minutos, el equipo volvió a estirarse y así forzó André Gomes una falta en la frontal del área que Parejo, desde la medialuna, la convirtió en un golazo espectacular. El madrileño la clavó en la escuadra sin tiempo más que para celebrarlo y dedicárselo a su hijo Dani, recién nacido.    

Y la puntilla de Alcácer

Si el gol en el 45 fue psicológico, el tanto de Paco Alcácer en el primer minuto de la segunda parte fue la puntilla. Un error en la entrega del Celta ante la presión de Joao Cancelo permitía al delantero internacional robar el balón, plantarse ante Sergio y batirle con maestría y clase. 1-3 y partido en bandeja.
Poco después, Bakkali, con problemas musculares, dejaba su puesto a Santi Mina, silbado en su regreso a Vigo. Nada más salir, el joven delantero tuvo la oportunidad de estrenarse. Alcácer se la dejaba franca para que, en carrera, y tras recortar a un rival, lanzara a puerta. Su disparo, sin embargo, fue desviado a córner. 
A la contra los de Nuno jugaban a placer y, cuando perdían, adelantaba la línea de presión sin dejar pensar al Celta. De hecho, el último coletazo vigués llegó en el 60, cuando Jaume hacía un nuevo paradón tras un disparo de Iago Aspas al poste. 

Parejo se dobla y Mustafi se suma a la fiesta

La reacción valencianista no se hizo esperar. En el 63, Parejo culminaba un contraataque y, sólo ante el portero, establecía el 1-4.
Con el encuentro sentenciadísimo, Nuno sentó a Paco Alcácer, su único delantero centro hábil tras su enfrentamiento con Negredo. Piatti salía al campo, pero el Valencia estaba lanzado, dispuesto a desmelenarse, a dar al traste con la crisis y decir "aquí estoy".
Así, en el 78, tras un córner, Parejo la ponía perfecta en la cabeza de Mustafi quien, de espléndido testarazo, anotaba el quinto gol. 1-5, partidazo, gran resultado y manita a la crisis deportiva antes del parón. Nuno sigue en el punto de mira de muchos, pero este resultado le da aire a él, a su equipo y al proyecto de Peter Lim.