Fue en la parte final del entrenamiento de este martes. Diego Alves dio el susto en la sesión vespertina tras intentar detener un lanzamiento a portería de uno de sus compañeros. El meta brasileño tuvo algún percance al parar ese balón y se hizo daño en la muñeca derecha. El portero no ocultó su incomodidad y evidenció ostensibles gestos de dolor durante un buen rato.
Después del percance, el portero aún participó en un ejercicio que consistió en desplazamientos largos de balón con el pie desde el área por lo que Diego no tuvo que seguir forzando su maltrecha muñeca.
Todo apunta a que fue un simple golpe y no reviste mayor gravedad. Teniendo en cuenta que este próximo fin de semana no hay competición y no será hasta el domingo 20 cuando el equipo deba volver a Mestalla para medirse al Granada, no parece que el portero vaya a tener ningún problema para defender la portería valencianista ante el conjunto nazarí. Aún así, este martes, los gestos de dolor de Diego Alves sorprendieron, sobre todo por la duración de los mismos.