El Valencia CF ha regresado al trabajo este martes en el que ha sido el primer entrenamiento después de lo ocurrido el pasado domingo en el estadio de Balaídos. El equipo se ha ejercitado con muchas ausencias debido a los compromisos internacionales que obligan a varios jugadores a concentrarse con sus respectivas lesiones. El técnico no pudo contar con Enzo, Abdennour, Cancelo, Nani, Ryan, Gayà y Munir. Tampoco con Bakkali que arrastra problemas musculares desde la pasada semana y todavía se está recuperando.
Así pues, Prandelli y el resto del cuerpo técnico trabajaron junto a 17 jugadores entre los que se encontraban los cuatro del filial que acostumbran a entrenar con el primer equipo, Lato, Mir, Soler y Sivera.
Ante la atenta mirada del director deportivo, el equipo combinó el trabajo con balón y el físico. Tras los estiramientos y los habituales rondos en los que se puso de manifiesto el buen ambiente a pesar del mal estado de forma del equipo. Muchas bromas y los típicos 'piques' entre compañeros antes de varios ejercicios de conducción y pase. Posteriormente, el grupo se dividió en dos. Por un lado los titulares en Vigo y por otro los suplentes. El primer grupo dejó de lado el trabajo con balón y llevó a cabo una serie de progresiones para descargar las piernas y recobrar el tono muscular después de esfuerzo en Balaídos. Por su parte, los suplentes y jugadores del filial probaron suerte y desafiaron a los guardametas en una serie de ejercicios en los que predominó el golpeo a portería desde la frontal del área.
Este martes ha tenido lugar la primera sesión de una semana atípica y condicionada por el parón liguero. Fue el único día con una sola sesión de trabajo. Por delante tres jornadas completas con doble sesión en los que el cuerpo técnico buscará seguir poniendo a punto al equipo y seguir puliendo diversos aspectos tácticos básicos que los jugadores todavía no han interiorizado del todo y por ello, el Valencia CF sigue sin ofrecer la imagen que todo el valencianismo desearía.