Otro preocupante empate en Mestalla que no saca al Valencia de su crisis

El Valencia CF empató a un gol contra el colista, el Granada, en un mal partido de los de Prandelli que vieron como el conjunto andaluz se adelantó en el marcado en el último suspiro de la primera parte. En el comienzo de la segunda, Nani establecería el definitivo 1-1 tras una asistencia de Parejo que, sin embargo, no saca al equipo del pozo en el que se encuentro. No en vano, el conjunto de Mestalla sigue sin ganar y ya suma cuatro partidos seguidos sin conocer la victoria. Peligro 

Para el duelo, el Valencia recuperaba a Enzo y Gayà, dos puntales en el once titular de un Cesare Prandelli que tenía ante sí la difícil empresa de convertir la ansiedad de su equipo en buenos resultados. Lucas Alcaraz, técnico del Granada, era consciente de que el nerviosismo podía ser una bazaa a su favor y salió con el once nazarí bien cerrado. Un 5-4-1 ultradefensivo que pretendía reducir el campo a unos pocos metros. La zaga andaluza y la medular eran casi una y el Valencia trató de romper la muralla con pases rápidos entre líneas y con la velocidad de Cancelo y Rodrigo, y la participación de un Nani que participó en todas las jugadas de ataque que creó el Valencia en el primer cuarto de hora.  
Con esta disposición táctica, el partido era un querer y no poder constante. El Valencia intentaba imprimir velocidad, pero el Granada se defendía como gato panza arriba. No tenía ninguna prisa. Quería poner nervioso a un equipo y a un público que abucheó a Hernández Hernández a la primera que se equivocó al no selañalar varias faltas sobre jugadores del Valencia. Las cosas no están para andarse con tonterías arbitrales. 
El conjunto de Prandelli dominaba, tenía al Granada encerrado y en una de sus llegadas debió marcar. Corría el 26 cuando Cancelo puso un centro raso y medido al centro del área pequeña. Rodrigo, que llegaba en carrera, remató con su pierna buena pero con el resultado tantas veces conocido: a las manos del portero. Hay que ver las ocasiones que malogra el hispano-brasileño. Poco después sería Nani el que, en una postura algo forzada, rematara demasiado flojo de cabeza un centro medido de Cancelo. Desde luego el interior luso es el futbolista más en forma del equipo y por eso, además del Barcelona, otros equipos suspiran por él. 

El Granada: mejores ocasiones y gol

Pero el Granada no había venido a Mestalla a ser un convidado de piedra. De hecho, gozó de dos clarísimas ocasiones para adelantarse en el marcador, pero Boga y Kravets no acertaron con lo más fácil: que era batir a Alves. De todas las opciones del Granada, la más sonrojante fue un lío entre Mangala y Parejo que dejó al ucraniano Artem Kravets más solo que la una ante Alves.
Parecía que el partido se iba a ir al descanso en tablas, pero en una contra perfectamente trenzada por el Granada, Mehdi François Carcela superaba a Gayà en su carrera y batía a Alves por alto. Drama en Mestalla, porque la realidad es que el Granada había tenido las mejores ocasiones y se iba con ventaja al descanso.    

Salta Munir y llega el empate de Nani

La sensación en Mestalla era de incredulidad mezclada con decepción y hartazgo. El público, apagado, aplaudió tímidamente la salida al campo de Munir en lugar de Montoya. Sin embargo, cuando la Curva Nord se arrancaba con los primeros gritos de desaprobación llegaría el empate obra de Nani. Cancelo la ponía en la derecha para Parejo, que la bajaba con el pecho y la ponía atrás para que Nani llegando al punto de penalti estableciera el empate. Alguno respiró en Mestalla. 
La cosa desde luego parecía que había cambiado. No en vano, a la jugada siguiente Rodrigo marcó aprovechando un espectacular remate de cabeza de Munir, pero su tanto fue anulado por fuera de juego. El equipo, no obstante, llegaba mejor, tenía más velocidad y desarboló más veces al Granada en diez minutos que en toda la primera parte. Munir rompía el fuera de juego con fruición, el equipo se quitó la presión de ir perdiendo y comenzó a jugar mejor.
Para completar la reacción, Prandelli sacó a Bakkali por Nani. La afición tiene predilección por el belga, y lo recibió con una ovación. El equipo mejoró con su presencia, y aunque no encontraba el deseado gol de la victoria, por lo menos había minimizado el peligro del Granada. Alcaraz lo vio y sacó a Barral a en el 77 para ver si enganchaba una. 
El que más cerca la tuvo fue Bakkali en el 82, que tras un recorte, obligó a una gran parada del Memo Ochoa con el pie cuando el balón llevaba marchamo de gol. 
El Valencia acabo encerrando a un Granada que dio por bueno el punto, y ante una afición, desesperada, que despidió al equipo con una sonora pitada.   
 

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