Nunca fue tan triste ir a Mestalla

Qué lejos queda, prácticamente en el olvido, aquello de que Mestalla era un fortín. Eso es algo del pasado puesto que el Valencia CF actual no solo pierde muchos partidos como local, sino que es el peor de toda la historia valencianista en este apartado. Nunca antes, el equipo había cosechado números tan pobres a estas alturas de temporada. Tan solo una victoria y un empate rompen la monotonía desastrosa de las cuatro derrotas como local en seis partidos. Cuatro puntos de los 18 que se han disputado en el feudo valencianista. Por supuesto, la afición nunca había sufrido de tal manera al inicio de una temporada. 

Lo peor de todo es que Mestalla, con una clara tradición de afición exigente y contundente en las críticas y la exigencia sobre sus jugadores, ahora se muestra resignado y pese a la crudeza de la situación del Valencia CF no ejecuta su juicio sin paliativos como ha sido habitual en el seno del valencianismo históricamente, ni siquiera cuando el equipo es incapaz de derrotar al colista de la competición como este domingo ante el Granada. Mestalla, con una clara tradición de afición exigente y contundente en las críticas y la exigencia sobre sus jugadores, ahora se muestra resignado
Las estadísticas como local solo encuentran el lamento de la hinchada, sin embargo, los números generales no son mucho mejores. El equipo valencianista es el tercer peor de toda la historia tras igualar el registro de la campaña 97/98 de tres victorias, dos empates y siete derrotas. Aquella temporada mantiene muchas similitudes con esta. La llegada de Claudio Ranieri trajo algo de esperanza del mismo modo que Prandelli es de los pocos argumentos a los que se agarra el valencianismo a día de hoy.
Solo dos equipos mantienen guarismos más duros que los equipos dirigidos por los dos técnicos italianos en la historia valencianista. En la temporada 1957/58 el equipo consiguió una victoria, seis empates y cinco derrotas y en la campaña 1982/83 con dos triunfos, tres empates y siete derrotas, aquella última fue la de la permanencia conseguida en la última jornada gracias al cabezazo de Tendillo al Real Madrid. 
Sensaciones muy preocupantes que deberían cambiar pronto si el equipo quiere comenzar a huir de la quema del descenso, algo que parece insólito pero no por ello menos cierto. El Valencia CF demuestra cada semana que no le da para más y que su objetivo, al menos a corto plazo es el de salir a flote.