Por esto se salva el Valencia
El Valencia Club de Fútbol sigue beneficiándose de los resultados de los equipos que están en puestos de descenso. Los malos guarismos cosechados por el conjunto valencianista se ven acompañados de la incapacidad de Granada, Alavés y Sporting de recortar distancias para intentar salir del pozo. A pesar de que el equipo nazarí consiguió la victoria el pasado lunes, el equipo de la capital del Turia sigue a seis puntos del Sporting, equipo que marca los puestos de descenso.
De los últimos diez partidos, el conjunto que dirige Salvador González "Voro" es, junto al Granada, el equipo que más puntos ha sacado con nueve. El sporting sumó cuatro puntos y el Osasuna tres. Unas cifras que dejan en evidencia la mala situación de los cuatro clubes.
La llegada del técnico de l'Alcúdia al banquillo de Mestalla parecía haber cambiado el rumbo de un equipo que terminó el año a tan solo un punto de la zona que lleva a segunda división. En los tres primeros partidos del entrenador valenciano, el equipo sumó siete puntos de nueve, con dos victorias consecutivas frente a Espanyol y Villarreal. Sin embargo, dos derrotas seguidas -el pasado sábado fue humillado por el Eibar- han vuelto a asomar los fantasmas del descenso que planeaban meses atrás.
No obstante, la suerte parece acompañar a la entidad de la capital del Turia, que ve como a pesar de su mala dinámica, los equipos que están por detras no consiguen recortar puntos. Tan solo el Granada, que consiguió el pasado lunes la victoria pero que no recorta puntos respecto a los puntos que marcan el descenso, 13.
La afición explota
Ante esta situación, la afición valencianista explotó el pasado sábado en Mestalla cuando el equipo salió goleado por el Eibar, que le endosó ni más ni menos que un 0-4. Los asistentes decidieron abandonar poco a poco el estadio y dejar una imagen asoladora del campo. La afición, además de cabreada, se mostró resignada ante la impericia del equipo. La grada de animación valencianista se concentró al terminar el partido a las puertas del estadio para protestar ante la mala dinámica deportiva e institucional.