El fútbol puede dar un giro drástico en cualquier momento. Que se lo cuenten a Nacho Gil, el calvario que ha vivido el canterano esta campaña ha terminado con la recompensa de defender la elástica del primer equipo en Vitoria. El atacante debutó con el Valencia tan solo meses después de estar muy cerca de enfilar la puerta de salida el pasado verano.
Tanto Nacho Gil como su entorno entendieron que ya habían tocado techo en el filial del conjunto del Turia. Así, le trasladaron al club su deseo de salir en el pasado mercado de verano. Hasta última hora, los agentes del jugador estuvieron buscando un destino acorde a los que quería el extremo. Tanto es así, que el atacante no disputaba los envites amistosos con el conjunto de Curro Torres.
Finalmente no se concretó su salida y se terminó quedando en la entidad de Mestalla
Hubieron varios intereses, entre ellos el del Valladolid de Segunda División. Pero finalmente no se concretó su salida y se terminó quedando en la entidad de Mestalla. Sus agentes llegaron a un acuerdo verbal no estipulado en el contrato de que si en el mercado de invierno llegaba una oferta de superior categoría a la Segunda División 'B' serían más condescendientes con su salida.
La buena trayectoria del filial y la importancia de Nacho en el equipo de Curro Torres hicieron que el Valencia decidiera no traspasarlo. Dos meses después, las lesiones han hecho que sea el futbolista elegido por Voro para entrar en la convocatoria contra el Alavés. En los últimos tres minutos del envite, Nacho saltó al terreno de juego cumpliendo así su sueño de debutar con el primer equipo. Después de toda una vida en la cantera valencianista encontró la recompensa de jugar en la élite del fútbol español.