El Atlético le endosa un severo correctivo al Valencia
El Valencia CF perdió con merecimiento en su último partido en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid por tres goles a cero, dos de Griezzman en cada período y de Gameiro en la primera parte. Fue un mal encuentro de los de Voro que en ningún momento estuvieron a la altura de su rival y se vieron superados en todo momento por un conjunto rojiblanco que está a años luz del Valencia en la actualidad.
El Valencia Club de Fútbol visitaba este domingo el Vicente Calderón para medirse al Atlético de Madrid en la vigésimosexta jornada de liga. Este partido suponía la última visita del conjunto valencianista al estadio colchonero, ya que a partir de la próxima temporada los rojiblancos se trasladarán al Wanda Metropolitano y el equipo local quería hacérselo sufrir. Así a las primeras de cambio fue a por el choque y a poner en apuros a Alves. En el 3 Filipe Luis probaba los reflejos de un lento Alves. Su despeje, a los pies de Gameiro, casi propician el primer gol rojiblanco que, sin embargo, llegaría poco después.
En el 9 perdía Orellana el balón tras un mal pase de Parejo; Koke condujo el balón treinta metros, asistió a Griezmann ante la pasividad de la zaga valencianista y el francés no perdonó. Pronto se le ponían las cosas cuesta arriba al Valencia.
El gol apaciguó el partido, el Atlético se relajó y se dedicó a esperar a un Valencia sin ideas y con problemas para crear peligro. Las espesas jugadas de los de Voro propiciaban tarde o temprano un error que el conjunto madrileño aprovechaba para contragolpear con peligro.
Los rojiblancos eran dueños del centro del campo y minimizaban el juego del conjunto de Mestalla, incapaz de inquietar a Oblak, y condenados a sufrir en defensa. Un mal remate de cabeza de Zaza tras un lanzamiento de falta sacado por Parejo fue el único y paupérrimo bagaje ofensivo del Valencia en esta primera mitad.
Gameiro pone la puntilla
El paso por vestuarios no varió un panorama gris para el Valencia. Así, a las primeras de cambio, una nueva pérdida de balón en campo propio propició que Gameiro se quedara con la pelota en la frontal y se sacara un derechazo que se coló como un obús en la meta de Diego Alves tras rebotar en Mangala. 2-0 y partido sentenciado.
Aún debió ampliar su renta el Atlético en el 53. Esta vez, por fortuna para los intereses valencianistas, Alves le ganaría el mano a mano a Griezmann desviando su tiro a córner con una gran intervención.
La respuesta fue un disparo lejano de Munir (desde 35 metros) que forzó a Oblak a desviar a córner para evitar el gol tonto de la semana.
Enzo Pérez le sirvió en bandeja el tercero a Gameiro, pero éste se entretuvo y Mangala le sacó el balón cuando iba a fusilar a Alves. Eran detalles de un partido en el que el Valencia estaba a merced de su rival.
En busca del milagro llega el tercero
Voro sacó a Mina y Bakkali para buscar un milagro. Pero la pájara del Valencia era monumental, irreconducible. Se marchaban Enzo Pérez y Munir, quienes desde el banquillo presenciaron dos nuevas cesiones al rival de Cancelo y el recién incorporado Bakkali. Por fortuna, ni Griezmann, ni Gameiro, acertaron con los regalos valencianistas.
Un disparo aislado de Zaza a la media vuelta fue la primera opción valencianista en la segunda entrega cuando ya se habían disputado veinte minutos del segundo tiempo. Es un dato que demuestra la pobreza del juego valencianista.
Un nuevo despiste propiciaría el 3-0. Un mal pase desde la banda izquierda del ataque rojiblanco tocado de forma involuntaria por Thomas permitió que la pelota quedara en tierra de nadie dentro del área valencianista. Griezmann, el más listo de la clase y que sí acompañó la jugada, metió la puntera para batir a Alves ante la pasividad de la zaga visitante.
El Valencia fue una oda al caos en defensa, un equipo con el que el Atlético de Madrid hizo lo que quiso y cuando quiso. De hecho, aún tuvo ocasiones para ampliar el severo correctivo que le endosó este domingo al Valencia.
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